Un joven yeclano fue sancionado este fin de semana por varios hechos que fue encadenando desde las once de la noche en Jumilla hasta que fue interceptado por agentes de la Policía Local de Yecla.

Los hechos comenzaron cuando un vecino de Jumilla alertó a la Policía Local de que en la calle Calvario un turismo había supuestamente agredido a un repartidor de comida a domicilio, que circulaba con un ciclomotor, para robarle la recaudación y la comida que transportaba. Fue entonces cuando el turismo inició una huida en la que colisionó con varios vehículos que estaban aparcados. Por suerte, una persona presente en el lugar consiguió anotar la matrícula del vehículo.

Cuando los agentes comprobaron la matrícula en la base de datos de la Dirección general de Tráfico, averiguaron que el titular del vehículo estaba inscrito como residente en Yecla, por lo que informaron a la Policía Local de Yecla de los hechos. Los agentes de Yecla montaron un control a la entrada a la ciudad en la que se interceptó al turismo en el que iban cuatro personas.

Los agentes procedieron entonces a realizar la prueba de drogas, en la que dio positivo, y en la de alcohol, en la que alcanzó los 0,55 mg/l en aire espirado. Además, cuando se le solicitó el permiso de conducir se comprobó que carecía del carnet tipo B. Según explica Pedro Vicente, comisario de la Policía Local de Yecla, el joven no fue detenido porque no superó los 0,60 mg/l en aire espirado ni presentaba síntomas de estar bajo la influencia de las drogas en el momento en el que fue interceptado. Tampoco fue detenido por la falta de carnet de conducir porque a pesar de no tener el de tipo B, sí estaba en posesión de otra licencia, por lo que según la interpretación de la ley tan solo se le inmovilizó el vehículo.

Por si todos estos hechos fuesen poco, los agentes realizaron un registro tras el que fue sancionado por tenencia de sustancias estupefacientes. Además, la Policía de Jumilla también instruyó diligencias por daños a vehículos y darse a la fuga. Por suerte, no hubo que lamentar daños graves a otras personas o vehículos. Respecto a la agresión física, es la Guardia Civil la que se está haciendo cargo de estas diligencias.