Los conductores que esta tarde pasaban por la RM-702, a la altura de Moratalla, se llevaban una sorpresa que podría haber acabado en desgracia: tres caballos corriendo sueltos por la carretera.

Tal y como informaba el Centro de Coordinación de Emergencias, los equinos fueron avistados por la vía que va de Barranda a Nerpio. De la situación se informó a Mantenimiento de Carreteras y a la Guardia Civil de Tráfico.

Si un animal choca contra un vehículo, las consecuencias pueden ser letales. De ahí que se pida precaución a las personas que van por esta vía. No se sabe aún de dónde han salido los caballos.

Más de 120.500 accidentes de tráfico con animales implicados se han registrado en las vías interurbanas en los últimos seis años y, de ellos, hubo víctimas (heridos y muertos) en 3.710, de las que 28 fallecieron.

Los corzos ocasionaron unos 6.000 accidentes y los perros algo más de 3.700. Pero en la lista de animales aparecen otros como los zorros, los gamos, los ciervos, los conejos, las liebres, los lobos, el oso pardo, los rebecos, el gato montés, los tejones y hasta el lince ibérico.

Desde la reforma de la Ley de Tráfico de 2014 si alguien se estrella por chocar con un animal la responsabilidad recae generalmente en el conductor. Antes de ese año, solo se culpaba al conductor si durante el atropello éste incumplía alguna norma de tráfico.

Un estudio que en su día publicó la web compramostucoche.es, y que recogió la revista de la DGT, señalaba que el 80 por ciento de este tipo de accidentes tenía lugar en las carreteras convencionales y que la mayoría se producen en primavera y otoño, y subrayaba que el atardecer y la noche son los momentos más peligrosos.