Sigue sin aclararse la situación del ingeniero de Cehegín retenido en Vietnam. Diego López lleva más de 23 días con el pasarte retenido, tras llegar al país asiático para declarar de manera voluntaria sobre la construcción de un tramo de autovía de la que fue responsable. Por el momento están estancadas las gestiones, incluso las que ha realizado el Cónsul de España en Hanói. Según ha explicado el propio López a esta redacción, «ayer después de 23 días se ha presentado aquín en persona el cónsul en el Ministerio de Policía para tratar en persona el caso con los inspectores encargados del caso», en este sentido ha relatado que «el resultado no es bueno pues siguen sin especificar el supuesto delito». Según parece, por el momento las autoridades el país asiático tan solo dicen que puede ser un presunto delito que viola las leyes de construcción de Vietnam, y nada referente a corrupción. En este sentido la embajada la puesto de manifiesto al ingeniero que «con ese débil e inconsistente argumento, la embajada me dice que no pueden actuar para sacarme de aquí».

Sobre la investigación, el propio López ha manifestado que se trata de unas deficiencias en el diseño y que ya informó en su momento a las autoridades vietnamitas.

Sobre la obra en cuestión, se trata de "Da Nang Quang Ngai Expressway Project, Package 7", se ejecutó mediante una Joint Venture entre OHL (40%) y otras dos empresas vietnamitas, Cienco1 (40%) y DMK (20%). Aunque el tramo que coordinó el ingeniero español sea de las que mejor esta, actualmente se están investigando grietas en el firme. López mantiene que se trata de unas deficiencias en el diseño, «antes de que se iniciara el asfaltado ya comuniqué estas deficiencias e incluso propuse soluciones técnicas, aunque ellos no hicieron caso y siguiendo con el proyecto original que no era responsabilidad nuestra». También relata que «hay altos directivos que están escabullendo su responsabilidad».

Otro de los problemas es que el país comienza a celebrar el Tet, el año nuevo vietnamita y las celebraciones tienen una duración de dos semanas.

López se siente como «un rehén en Vietnam y sigo a la espera de que alguien tome de verdad cartas en el asunto». Por último, aclara que «por la rapidez con la que se mueven todos, me da la impresión que voy a estar aquí muchísimo mas tiempo, meses incluso».