La polémica del patrimonio estallaba después de que el Ayuntamiento hiciese público que con ellas se llevan todo el patrimonio del inmueble, que ahora será ocupado por los monjes del Heraldo del Evangelio, asociación intervenida por el Vaticano, que investiga si sus miembros praticaban extraños exorcismos.

Algunos sacerdotes de los Heraldos dijeron que llegaron a mantener conversaciones con el demonio (en los exorcismos realizados por ellos) en las cuales éste insultaría al Santo Padre Francisco (llamándolo «estúpido») y hasta habría explicado cómo fallecerá el Pontífice: que se resbalará y caerá.

Los Heraldos del Evangelio, que ahora se instalan en Mula, están en el punto de mira de la Santa Sede en 2017 por posibles deficiencias en el estilo de gobierno, la vida de sus miembros, el cuidado pastoral de las vocaciones, la formación, la administración, la gestión de las obras y la recaudación de recursos.