Es un juramento que cada año se cumple en Yecla desde hace 377 años. Los yeclanos rinden honores a la patrona de la ciudad, la Virgen del Castillo, cada 7 de diciembre en el tradicional acto de La Bajada. La promesa de bajar a la patrona desde el Santuario del Castillo nació en 1642.

Fue en ese año cuando 61 yeclanos, capitaneados por Martín Soriano Zaplana, partieron a combatir a la Guerra de Cataluña, más concretamente a Vinaroz (Castellón), ante lo que pidieron protección a la imagen de la Purísima Concepción. Si bien fue el desarrollo favorable de la contienda, pues no llegaron a entrar en combate directo, lo que provocó que todos los yeclanos que habían abandonado su ciudad por la guerra volviesen sanos y salvos, lo cierto es que hicieron artífice de ese buen destino a la Patrona de Yecla. Desde entonces, y ya van casi cuatro siglos, Yecla rinde honores y da las gracias a la Virgen del Castillo durante las celebraciones de diciembre.

Ha sido una mañana en la que el buen tiempo también ha sido protagonista. Con el primer disparo de arcabuz a las nueve de la mañana, cientos de arcabuceros han iniciado el ascenso al Santuario del Castillo, lugar donde durante el resto del año está la imagen la patrona, para trasladar a la Purísima Concepción hasta la Basílica de La Purísima. Capitaneados por el Mayordomo del Bastón, José Luis Soriano Morata, los 'tiraores' han puesto la banda sonora a las celebraciones disparando con sus arcabuces y creando esa nube de pólvora quemada que cada 7 de diciembre envuelve a Yecla en un halo que huele a historia y a tradición.

Uno de los momentos cumbres del día se ha producido a la llegada de la Patrona a la Plaza Mayor, rebosante de público, donde desde el balcón consistorial, el alcalde de Yecla, Marcos Ortuño, ha gritado los tres 'Vivas' con los que se le da la bienvenida a la Virgen. Desde allí, la Patrona desciende hasta el Atrio de la Basílica de La Purísima para ser testigo del 'juego de la bandera' del Mayordomo de esa insignia, Francisco Martín Azorín, que no deja de moverla, siempre mirando de frente a la Virgen, hasta que ésta es puesta en el Altar Mayor. Una vez allí, ambos Mayordomos se han fundido en un emotivo abrazo antes de acceder al interior de la Basílica donde los cientos de personas que han conseguido entrar han cantado al unísono el tradicional canto a la Madre.

La Purísima Concepción permanecerá en el templo hasta el próximo 15 de diciembre, cuando la imagen retorne hasta el Santuario. Mientras tanto, las celebraciones en honor a la Patrona de Yecla continúan, y tendrán el momento de máxima afluencia en la tarde del 8 de diciembre durante la procesión de La Virgen, cuando miles de personas llenen las calles de Yecla para ver a la Virgen del Castillo junto al estruendo de los arcabuces que la acompañarán.