La Audiencia Provincial ha condenado a penas que suman ocho años de cárcel a un pastor evangélico de San Pedro del Pinatar, José Ricardo L. B., que abusó sexualmente de varios menores.

Lo hizo, destaca la sentencia, «aprovechándose de la cercanía con los feligreses y los menores de edad que acudían a su domicilio, así como de sus situaciones familiares y personales desestructuradas», así como de su condición de guía «espiritual» de estas personas. De esta manera «creó una conducta de confianza hacia su persona» que acabó en delito.

Tal y como se lee en el relato de hechos probados, a una niña de 13 años la sometió a tocamientos y acabó poniéndole el pene en las manos; a un niño de 9 le insultaba diciéndole cosas como que iba a ser un delincuente; a un menor de 13 años lo forzó a mantener sexo con una mujer adulta (la propia esposa del pastor, también procesada) porque así «se curaría», le dijo, en referencia a que dejaría de mastubarse. También estuvo más de un año violando a otra niña de 13 años de edad. Primero empezó con tocamientos y acabó penetrándola, se lee en el relato de hechos probados.

El primer delito, el del abuso a la menor a la que obligó a coger su pene, está prescrito: se denunció tarde. No obstante, la Audiencia considera que sí cometió este abuso y lo da como probado, aunque no se le condene por ello.

Tampoco se le condena por insultar al otro niño, al que llamó «vago y delincuente». Sí por lo que pasó con otros dos menores. Así, la Audiencia Provincial lo condena a cuatro años de prisión por cada delito de abuso sexual.

El que fuera pastor de la Iglesia del Corazón de León de la Tribu de Judá en San Pedro del Pinatar tiene ahora 41 años, los mismos que R. M. L., la mujer condenada (a dos años de cárcel) por abusar sexualmente, junto a su entonces marido, de un niño de 13 años. Esta mujer, no obstante, no entrará en prisión, al no contar con antecedentes penales. Su condena es firme y ella ha decidido no recurrir, confirma su abogado, Fernando Hernández Anaya.

Esta mujer admitió que había tenido sexo con el menor, aunque explicó que lo hizo por «obediencia y sumisión» a su entonces esposo, que la tenía sometida.

En cuanto a José Ricardo L. B., ya estuvo en prisión provisional, aunque agotó el tiempo máximo permitido y ahora mismo, como ha recurrido la sentencia, resulta que se encuentra en libertad.

En la causa llegó a estar imputada la segunda esposa del pastor, una joven que ahora tiene 35 años, que fue acusada de abusar sexualmente, junto a su esposo, de una adolescente de 15 años. Esta mujer salió absuelta.