La adjudicación de la explotación de la plaza de toros de Calasparra por parte de sus propietarios a otra empresa ha suscitado una viva polémica en este municipio y ha levantado opiniones a favor y en contra de la decisión.

El debate ha surgido al tenerse conocimiento de que la propiedad del coso de la Caverina ha decidido adjudicar su explotación para los próximos cuatro años a la empresa Pabecema, por lo que cesará en esa función la sociedad Chipé Producciones, que lidera Pedro Pérez -Chicote-, que ha estado al frente de la plaza a lo largo de varias temporadas.

Entre quienes se muestran contrarios al cambio se encuentra el alcalde, José Vélez, la asociación taurina El Quite y el propio Chicote, quien ha asegurado que daba por hecho la renovación del contrato de arrendamiento, hasta el punto de que ya había hecho gestiones preparatorias para el próximo año.

Por otra parte, están quienes consideran que la propiedad del coso es libre de adjudicar su explotación a la empresa que decida, al no tener obligación alguna con Chipé Producciones tras finalizar el pasado septiembre el contrato que los mantenía unidos.

La asociación taurina El Quite ha hecho público un comunicado en el que califica de forma muy positiva la gestión llevada a cabo por Chicote, poniendo especial hincapié en las ganaderías que ha llevado a Calasparra, como Palha, Miura, Adolfo Martín, Cuadri, Prieto de la Cal, José Escolar y Cebada Gago.

Este cambio en el arrendamiento supone una manifestación de los desencuentros surgidos entre la propiedad y la empresa sobre la forma de concebir la programación taurina de Calasparra.

Este municipio murciano se ha convertido en el que mayor número de festejos taurinos celebra a lo largo de la temporada, más incluso que la capital de la Región.

Así, programa una feria de novilladas sin picadores, con un festejo, una corrida de toros y las seis novilladas con picadores en las que se disputa el trofeo de la Espiga de Oro.