«Creemos que es importante que se intervenga de forma rápida desde las Administraciones implicadas, pues hay previstas 50 bodas para el próximo año en las playas de La Manga y un número importante de ellas nos tememos que se celebrarán en este restaurante», explica Jorge Sánchez Balibrea, biólogo de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).

Esta asociación ha presentado cuatro denuncias (ante el Ayuntamiento de San Javier, ante la Comunidad Autónoma, ante Costas y antre la Dirección General de Medio Natural, indica el biólogo) porque, según asegura, hay un restaurante en La Manga que se dedica a celebrar bodas en una zona de conservación prioritaria del parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar.

Se da la circunstancia, apuntan desde ANSE y también desde el PSOE de San Javier, de que el restaurante en cuestión tiene, desde el 18 de agosto, una orden de suspensión inmediata de la actividad, por poner música hasta altas horas de la madrugada.

Según ANSE, un sábado a finales de septiembre El sábado a las 14:20 horas acceden «a la playa de los Escull diversos vehículos para realizar el montaje de diversas instalaciones destinadas a la celebración de una boda. Esta zona cuenta con la clasificación de Zona de Conservación Prioritaria del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar».

Agentes de la Policía Local de San Javier se desplazaron al lugar y hablaron con un tractorista que, según los ecologistas, «realizaba trabajos de retirada de arribazones de Posidonia oceánica en el interior de una zona de conservación prioritaria del Parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar». «Los trabajos se realizan, al parecer, bajo las indicaciones de personal del restaurante», subraya ANSE.

Por su parte, Pedro Martínez Gorriz, concejal del PSOE de San Javier, solicitaba ayer mismo «el precinto inmediato del local por incumplimiento de la orden de cese de la actividad durante un año».

Asimismo, pide «la apertura de un expediente que depure responsabilidades por la falta de precinto del local y el impacto ecológico, en una dejación de funciones, sancionando a los responsables». El edil exige a la Corporación dirigida por el popular José Miguel Luengo «que se inicie la elaboraciónde una normativa que permita conjugar la actividad 'turismo de boda' con el medio ambiente».

Respuesta de la Consejería

Sobre esta cuestión, desde la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno regional explicaron que «la Dirección General de Medio Ambiente va a apercibir a la empresa a que aclare de forma oficial las actividades que está realizando» en esta zona especialmente protegida, al ser un Parque Regional.

Asimismo, desde la Consejería también manifiestan su deseo de que esta sociedad, propietaria del restaurante, «regularice sus actividades, especialmente algunas como castillos de fuegos artificiales, que, por estar al lado de una zona protegida, pueden dañar» a la fauna allí existente, algo que vienen denunciando los ecologistas.