Murciélagos de cueva, ratoneros patudos, ratoneros pardos y de herradura y así hasta unos 3.300 quirópteros habitan en la colonia de la Cueva de Las Yeseras en Santomera, cuya conservación esta garantizada una vez que la sima ha sido adquirida por la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse).

Situada en la Red europea Natura 2000, un conjunto de espacios protegidos, la colonia está compuesta por especies en riesgo y en ella viven unos 3.000 murciélagos de cueva y 300 murciélagos ratonero patudo, «que tiene el mismo nivel de catalogación que el águila imperial o el lince ibérico», afirma Jorge Sánchez, uno de los biólogos de la asociación.

Tras comprar la cueva por cerca de 25.000 euros, ahora Anse ha lanzado una campaña de micromecenazgo para conseguir una cifra similar y llevar a cabo medidas de conservación y mostrar la importancia de estos mamíferos. Asegura que con la compra de este terreno pretenden «adoptar políticas reales de conservación que no se han llevado a cabo hasta el momento», como evitar la entrada incontrolada de personas. «Ahora mismo la cueva es de acceso libre y es bastante accesible», ha añadido, lo que supone un «riesgo importante» para las poblaciones reproductoras de estos murciélagos.

En la colonia viven alrededor de 3.000 murciélagos de cueva y 300 murciélagos ratonero patudo, una especie «con el mismo nivel de catalogación que el águila imperial o el lince ibérico». El murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii) es un mamífero asociado a humedales y una parte «importante» de su alimentación se basa en peces, una «rareza llamativa» en cuanto a los murciélagos europeos que supone «un vínculo inesperado» que conecta ecosistemas subterráneos con los humedales, «dos espacios que poco tienen en común», destaca el biólogo.

«Vamos a dotar a la cueva de unas condiciones óptimas para la reproducción y no esperamos solo que se alcancen los niveles históricos, sino que aumenten», ha señalado. Además se procederá al vallado perimetral de la zona, se instalará un sistema de acceso a la cueva para profesionales, además, desde Anse están valorando la posibilidad de instalar un sistema de televigilancia para «poder seguir la colonia a tiempo real sin tener que entrar en la cueva».

En este sentido, no solo es importante la cueva en sí, sino también su entorno, tal y como ha señalado Sánchez, ya que la sima se encuentra en un entorno de cultivos cítricos y «tiene un microclima muy particular que hace que sea tremendamente húmeda», por lo que un cambio en el entorno y en la agricultura «modificaría las condiciones del terreno y no sería tan relevante para la reproducción».