El cazaminas Turia, uno de los seis buques propiedad de la Armada Española, permanecía al cierre de esta edición en la misma posición que quedó cuando encalló en la mañana del martes mientras colaboraba en las tareas de búsqueda del avión siniestrado el día de antes en La Manga.

Una vía de agua inundó varios compartimentos del buque cuando este chocó contra lecho rocoso, lo que obligó a la evacuación de parte de su tripulación a otros dos buques, el Tambre y el Sella. En ese momento, este cazaminas se encontraba realizando una maniobra de recuperación del vehículo de explotación submarina Pluto, con el que había detectado poco antes restos de la aeronave accidentada.

En las tareas de recuperación de la operatividad del Turia, una labor «complicada», según fuentes de la Armada por las condiciones meteorológicas del primer día, participaron buceadores del Centro de Buceo de la Armada, de la Flotilla de Medidas Contraminas y del buque de Salvamento Marítimo Mastelero.

En la tarde de ayer, una gabarra trabajó para extraer las 30 toneladas de combustible del barco, que no han sido derramadas al mar, según confirmó el el jefe de Estado Mayor de la Fuerza de Acción Marítima, Juan Bautista Pérez, mientras los otros dos barcos de la Armada se sumaron al operativo para continuar con los trabajos de localización y extracción de la aeronave accidentada.

La playa Galúa abrió al baño al mediodía. Las de Monte Blanco, Banco del Tabal y El Pedrucho permanecen cerradas.