Begoña Wandosell, una testigo que reside junto a su marido en un piso en La Manga situado justo enfrente del lugar donde un avión del Ejército del Aire ha caído al agua ha declarado a La Opinión que este ha caído "en picado, de repente", y sin hacer ruído. "Creemos que se le ha apagado el motor", ha dicho Wandosell.

La testigo se encontraba en ese momento dentro de su vivienda. Su marido estaba en la terraza, admirando las acrobacias aéreas que hacía el avión, hasta que este ha caído.

"Estaba haciendo looping y volando a baja altura", ha explicado. El avión se ha estrellado "no muy lejos de la orilla" contra el agua. "Se ve perfectamente la estela blanca del queroseno".