Los buceadores e integrantes del operativo de búsqueda del avión C-101 del Ejército del Aire que se estrelló contra el agua en La Manga del Mar Menor el pasado lunes han hallado hasta el momento el 60% del aparato.

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Fuentes del Ejército del Aire han confirmado que los submarinistas que integran el dispositivo han localizado la cola, que ya ha sido sacada del lecho submarino, y la parte superior del reactor, cifrando en un 60% el porcentaje del avión que ya ha sido encontrado y recuperado.

El fuerte impacto del C-101, que provocó la muerte del comandante de vuelo Francisco Marín, ha causado que el volumen de partes del avión que hay que recuperar sea grande además de estar diseminado por una amplia superficie de la zona.

Los trozos que se están sacando del lecho marino se están trasladando al muelle de La Curra, mientras que las partes que llegaron a la costa durante las horas posteriores al accidente han sido llevadas directamente a la Academia General del Aire, cuyo personal será el encargado de recopilar y reconstruir el reactor e intentar esclarecer las causas del incidente.

El subdirector general de la AGA, José María Alonso, ya advirtió el pasado lunes que el C-101 no tiene caja negra que registre los datos y parámetros del vuelo, y añadió que no hubo contacto con el piloto durante el vuelo, por lo que es fundamental recoger la mayor parte posible del aparato para poder llevar a cabo la investigación que determine si hubo un fallo mecánico, un error del comandante o una conjunción de ambas causas.

Por otra parte, fuentes de la Armada han explicado que ya ha terminado el trasiego del combustible situado en el tanque de estribor del cazaminas Turia y que se está acometiendo el trasvase a una gabarra de las 15 toneladas de combustible del depósito de babor.

Además, han previsto que a lo largo de esta jornada haya concluido la evaluación integral de los daños sufridos por el buque al encallar en un lecho rocoso escasos centenares de metros de la playa del Banco de Tabal, lo que provocó una vía de agua.

Una vez analizado el informe, la Armada decidirá la mejor alternativa para desencallar el cazaminas y remolcarlo hasta el Puerto de Cartagena, donde sería reparado.