A pesar de su complejidad, los trabajos que se están llevando a cabo en el fondo del mar para encontrar la mayor parte de los restos del avión C-101 siniestrado el pasado lunes en La Manga, siguen avanzando. Según fuentes de la Academia General del Aire (AGA), ya ha sido localizada la parte «más grande» de la aeronave, una pieza de unos tres metros perteneciente a la cúpula, que todavía se encuentra en el fondo del mar -a una cota de entre 15 y 20 metros- y que previsiblemente tendrá que ser retirada con una grúa.

También se han encontrado otras partes del avión, aunque de un tamaño menor. No obstante, las mismas fuentes han informado a La Opinión de que las tareas de rescate prosiguen porque elementos como la cabina, fundamentales para concretar la investigación abierta por el Ejército del Aire, aún no han sido hallados.

Cuando los efectivos localicen la cabina del C-101, «las tareas de recuperación tienen que hacerse con mucha prudencia» ya que el asiento es «eyectable», es decir, que está provisto de un dispositivo que proyecta al piloto en caso de accidente. «Es como una especie de cohete, no son explosivos, pero hay que tener muchísimo cuidado para extraerlo».

En la zona trabajan más de 200 personas entre agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), y expertos de la Armada y Salvamento Marítimo.

«Evidencias biológicas»

Los cuerpos y unidades desplegados en La Manga también han logrado identificar «evidencias biológicas» que corresponden al cuerpo del piloto, el comandante de la AGA Francisco Marín.

Este exmiembro de la Patrulla Águila se encontraba entrenando a bordo del avión para prepararse para el nuevo curso de la Academia cuando, por causas que aún se desconocen, se precipitó al mar en la zona de playa Galúa. Desde entonces, efectivos de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, la Armada y la propia AGA trabajan para esclarecer las causas del suceso, algo que, aventuran, «van a tardar mucho en conocerse» por las circunstancias y la velocidad en que se produjo el impacto.

«Mientras se sacan trozos de fuselaje seguimos buscando para investigar lo que ha podido pasar», dicen desde la Academia.

Una vez que se localice el cuerpo del comandante está previsto celebrar un funeral de Estado en la Academia General del Aire.