Fue una «terrible experiencia», relata Joaquín Herraiz, uno de los socios de la inmobiliaria de La Manga en la que los amigos de lo ajeno hicieron de las suyas hace unos días. La Guardia Civil cree que, detrás del asalto, hay una banda de delincuentes profesionales perfectamente estructurada que seguramente ya se encuentra bastante lejos de la Región, apuntan fuentes cercanas al caso. De momento, no ha habido arrestos.

En concreto, este asalto tuvo lugar en la madrugada del sábado. Entraron por una puerta lateral, rompiendo la cerradura. Lo que pasó, explica el afectado, fue que los ladrones emplearon una lanza térmica para reventar las dos cajas fuertes que había en el negocio. Entraron con nocturnidad, en un momento en que no había nadie en la oficina. Herraiz sospecha que inutilizaron la alarma, porque no sonó, aunque está a la espera «del informe de la compañía de seguridad, para ver por qué no saltó», comenta.

Una lanza térmica es una herramienta usada en demoliciones y cerrajería. Cuando abrieron las cajas, haciendo múltiples destrozos, se llevaron «miles de euros, gran parte de la producción de este verano», señala el dueño del negocio, que prefiere no precisar el dinero que había en las cajas.

«Cuando mi socio llegó, todo estaba lleno de humo. Casi causan un incendio, por el calor producido», destaca Herraiz. «En 28 años, es la primera vez que nos roban», manifiesta este empresario de La Manga, al tiempo que recuerda que «lo intentaron hace unos años, pero no lo consiguieron».

Asevera que en su zona hay «una oleada» de asaltos, ya que, en un estanco cercano, «hace poco hicieron un butrón, a través de la panadería de al lado». Lo hicieron «buscando dinero». También fue de noche y tampoco había persona en el negocio.

El afectado tiene claro que los investigadores de la Policía Judicial del Instituto Armado se están dejando la piel para atrapar a los responsables de estos delitos, y que son «grandes profesionales», aunque asume que probablemente no recupere el dinero que estos ladrones se han llevado.

Por otro lado, el casco urbano de San Javier, lejos de la zona costera, también viene sufriendo la acción de los amigos de lo ajeno, indican fuentes cercanas. Y es que en los últimos días se ha dado un repunte de los robos, tanto en vehículos como en casas, apuntan las mismas fuentes. Los investigadores tienen en el punto de mira a dos grupos de jóvenes del pueblo, aunque se da la circunstancia de que son menores. Los han detenido ya en varias ocasiones, pero siguen libres y actuando.