Hace dos semanas el Puerto de Mazarrón fue noticia nacional por una pelea multitudinaria en la terraza del puerto deportivo, en ese momento sillas y mesas volaban por los aires y los hechos quedaban inmortalizados en los móviles de los testigos. Pero los altercados no cesan según denuncian varios vecinos.

Consuelo Navarro, residente en la zona de bares del puerto, llamaba al 112 a las siete menos cuarto de la mañana este pasado sábado para denunciar una pelea similiar que estaba teniendo lugar bajo su balcón. Según declara, dos grupos de jóvenes se estaban atacando con vídrios, una mujer pedía ayuda y se desmayó finalmente.

«No apareció ni Policía Local ni Guardia Civil, y el cuartel está a 150 metros», se lamenta. Los propios implicados en la pelea finalmente se calmaron y se dispersaron. «Estamos denunciando el ruido, el incumplimiento de las normas por parte de los establecimientos, el botellón y la suciedad desde 2014, y no hemos conseguido nada -explica-. En la playa del principio del Puerto se forma todos los sábados un 'macrobotellón' en el que la mayoría son menores de edad, la Policía los ve bajar con las bolsas y no les dice nada».

Según relata, «la Policía parece estar solo para multar por mal aparcamiento». «O ni siquiera para eso», declara MªCruz Muñoz, que veranea desde hace más de 30 años en el Puerto, «la gente aparca en zona de carga y descarga y los camiones entonces tienen que aparcar en doble fila o en pasos de peatones», apunta. «La Policía deja el coche en la entrada del paseo y se pasean para disuadir a los manteros básicamente, que se quitan cuando los ven venir y enseguida se vuelven a poner. Pero por la noche la verdad es que no se ven por aquí», confirma.

«Lo del botellón cada vez es peor, el olor a orín cada vez es más intenso y por el día es insoportable con el calor -concluye- lo que está claro es que la Policía no actúa, aquí no hay hora de cierre para los locales, algunos están abiertos ya de día. Entre el ruido de las terrazas, el botellón, los bares de copas y los servicios de limpieza no se puede descansar en toda la noche. No merece la pena alquilar en primera línea»

Inés Meca vive en el paseo, justo enfrente de dónde se hace el botellón: «Todos los sábados cuando empieza a anochecer empiezan a llegar. Ha ido creciendo con respecto a otros años, el año pasado era el murmullo de las conversaciones, ahora traen altavoces y la música es tan fuerte que solapa la de los pubs del puerto. A cierta hora se ve a la gente asomada en los balcones porque no pueden dormir». Reconoce que muchos se quejan pero nadie llama a la policía. «Estos dos últimos sábados han sido peores que nunca, una amiga que vino de visita me preguntó si la música era de algún concierto», se queja.

Este fin de semana un grupo de vecinos socorrieron a un ciclista accidentado en Avenida del Alamillo: «Estaba con la cara ensangrentanda y le costaba respirar». Según denuncian, acudió la Policía Local, pero sólo para regular el tráfico, «ni siquiera hicieron ningún atestado». Los vecinos preguntaron qué hacían con sus pertenencias y la respuesta fue que «esa no era su competencia y nos dieron unos guantes para que nosotros mismos buscaramos su móvil para avisar a algún familiar».