La ''frenética actividad'' a la que se están viendo sometidos los terrenos de cultivos intensivos de Yecla ha puesto en alerta a los vecinos del camino de la Vereda, en los parajes del Llano y Hondo del Campo del municipio, según Salvemos el Arabí y Comarca. Unos 50 habitantes de esta zona han realizado un escrito al consistorio yeclano en el que muestran su malestar y la ''difícil'' convivencia que sufren con estas explotaciones, una situación que con la llegada de los meses estivales ''se acrecenta''.

El problema principal que afecta a esta zona, según indican los vecinos, es el de la circulación de los camiones de gran tonelaje por los caminos rurales que tienen limitada la velocidad a 20 kilómetros por hora y el peso a 16 toneladas.

''Atendiendo a la superficie que hay cultivada en el Llano y el Hondo, unas 60 hectáreas de patatas y unas 140 hectáreas de sandías, y a las estimaciones de producción de estos cultivos por hectárea, se necesitarían unos 400 tráileres para las sandías y unos 100 para las patatas'', denuncian desde Salvemos el Arabí y Comarca, ya que la zona se encuentra esta semana en plena producción tanto de patata como de sandía. Las empresas de estos camiones para más de 16 toneladas necesitarían autorización municipal para circular por estos caminos rurales, según la ordenanza municipal de los caminos rurales de Yecla.

Jesús Verdú, concejal de Cultura, Turismo, Agua y Medio ambiente en el Ayuntamiento de Yecla, aseguró a esta Redacción que, tal y como se refleja en la ordenanza municipal, se deben conservar los caminos rurales del término municipal y señaló que la Policía Local de Yecla realizará tareas de vigilancia para comprobar si los camiones de las empresas que no están autorizados exceden el tonelaje.

Estos vecinos denuncian además que sufren plagas de mosquitos, que se multiplican al abandonar parte de las cosechas y ponen en riesgo la salud pública; así como la invasión de residuos de plástico de uso agrícola, nubes tóxicas de agroquímicos por fumigaciones continuas junto a las viviendas y malos olores por abonos de origen orgánico o el derroche del agua para cultivos que se encuentran abandonados.

Desde Salvemos el Arabí y Comarca aseguran que hay que vigilar también otros caminos rurales que utilizan las fincas de intensivos, como por ejemplo el camino de la Fuente La Negra, por el que circulan camiones en dirección a Jumilla y que ''se encuentra en un estado lamentable''.

''Un camino recién arreglado que podría durar unos 20 años en buen estado podría ser intransitable en apenas cinco si estas empresas no asumen su responsabilidad'', lamenta la asociación refiriéndose al paso de estos camiones de gran tonelaje por las vías rurales. Además, apuntan que si las empresas no pagan las reparaciones, ''están externalizando los costes de su actividad, con lo que acabaremos pagando todos con dinero público''.