El presidente de la Asociación ‘Lorca Centro Histórico’, Diego Ré, califica de alarmante y preocupante la situación por la que atraviesa el comercio en la zona, algo que según el representante de la citada asociación es extrapolable a otros puntos de la ciudad.

El presidente de ‘Lorca Centro Histórico’ en la que se encuentran integrados un total de 70 establecimientos de diferentes sectores afirma que el principal problema es la despoblación que sufre esta parte de la ciudad donde las administraciones públicas deben de tomar medidas para su recuperación y puesta en valor.

Afirma asimismo que el número de españoles que viven en el casco histórico de Lorca es cada vez menor, mientras que las viviendas, buena parte de ellas, tienen bastantes años de antigüedad y están siendo alquiladas a extranjeros.

Reconoce, por otra parte, que junto al Ayuntamiento, Cámara de Comercio, Ceclor y la Unión Comarcal de Comerciantes trabajan de la mano para intentar atraer nuevos clientes, algo que resulta difícil desde que se puso en marcha un gran centro comercial en las afueras del casco urbano.

Ré afirma que en el casco histórico ''la situación es muy preocupante, con muchos bajos cerrados y calles enteras en las que no vive prácticamente nadie''. Señala que el comercio en la zona ''es compras del día a día y no tenemos clientes''. Echa en falta asimismo, un plan de vivienda para la zona, lo que ayudaría, según él, a la repoblación.

La asociación abarca los comercios comprendidos entre la calle Lope Gisbert y los barrios altos y entre la Alberca y la iglesia de San Francisco, incluida la Corredera.

Otro de los problemas que, según Ré, ''está haciendo mucho daño al comercio'' son las compras por Internet, señalando que ''las compras online han crecido una barbaridad, como demuestra el hecho de que en España las empresas que más crecen son las de paquetería''. Ante la situación que se presenta, Ré considera que ''hay que reinventarse e intentar paliar la situación''.

Para poder hacerlo, los comerciantes trabajan en colaboración con otras entidades para conseguir atraer hasta la zona una gran superficie que la revitalice, tipo Inditex o Primark, por ejemplo, lo que actuaría ''como el tiburón y revulsivo para que el resto de comercios puedan vivir''.

Como espacios para su instalación y puesta en marcha barajan el del Mercado del Sol, en la calle Pío XII, la antigua Plaza de Abastos o el edificio de Muebles San José, en la calle Corredera. Otro de los proyectos que tienen en mente es el de mantener conversaciones con los propietarios de bajos comerciales, con el fin de regular el precio de los alquileres y establecer ofertas que sirvan de atractivo para quienes pretendan poner en marcha nuevos negocios.

Ré afirma que ''el comercio en Lorca ha experimentado un bajón muy importante que ya no se puede achacar, como otras veces, ni a la crisis ni tampoco a los terremotos de 2011'', y señala que ''es algo que vemos cada día en la calle''.

Los comerciantes se han reunido con el concejal de Comercio del Ayuntamiento, Francisco Morales, que les ha expresado la disposición del consistorio para ayudarles en sus propuestas. No obstante, considera que las inversiones tendrían que llegar también desde la Comunidad Autónoma, que debería implicarse en ello.

En el casco histórico de Lorca, según Ré, ''no viven ni el 50% de las personas que podrían hacerlo, en calles como Selgas, Corredera, Álamo o Pío XII, entre otras''. A pesar de todo, quiere lanzar un mensaje de optimismo y afirma que ''saldremos adelante porque Lorca es una ciudad muy importante que se lo merece todo''.