Ha vuelto a pasar. Gamberros han saltado de nuevo la valla de la piscina de Alguazas, han hecho caca en el agua y se han ido. Esta vez parece que están identificados, pero son inimputables: tienen 13 años.

Como manda el protocolo, cuando aparecen heces en una piscina se limpia, se desinfecta y se eleva el nivel del cloro en el agua. En Alguazas, además, se realizan controles y análisis periódicos para comprobar que las aguas están en buen estado.

Como todas las instalaciones municipales, ésta se cierra por las noches. Sin embargo, el Ayuntamiento del socialista Blas Ángel Ruipérez ha tomado medidas. Así, se han instalado tres cámaras de seguridad con visión nocturna. Estos equipos están conectados con la Policía. Así las 24 horas. Para que quien tenga pensando hacer algún acto de vandalismo se lo piense dos veces.

Después de la última aparición de excrementos en la piscina, esta tuvo que estar cerrada un día. Ya vuelve a estar abierta, para uso y disfrute de los vecinos, que esperan que actos incívicos como este no vuelvan a suceder. Ya hay dos cámaras puestas. La tercera se quedará instalada en unos días, señalan fuentes municipales.