Adelardo Contador, primo del legendario ciclista Alberto Contador, aún no se explica cómo pudo sucederle el trágico accidente en Cala Vinyes (Mallorca), donde murió la yeclana Sandra Amorós, su amiga de 24 años.

Desde la habitación del hospital de referencia de Baleares, donde se recupera de sus lesiones, nos recibe y explica cómo la idílica tarde frente al mar se tornó en pesadilla. Su amiga Sandra falleció y él salvó la vida milagrosamente. Pese al inmenso dolor, mantuvo la templanza para pedir auxilio por el teléfono móvil.

"Nos sentamos en la piedra y, antes de darnos cuenta, nos había caído encima", recordó. Sandra le había dicho que le iba a llevar a un lugar apartado y paradisíaco en Cala Vinyes. "Fui al restaurante de mi jefe y la esperé a que saliera. Me había dicho que me iba a enseñar un sitio muy bonito", indicó.

Hasta llegar al lugar donde iban a disfrutar de una vista privilegiada, tenían que adentrarse en un pequeño camino y bajar las escaleras antes de sentarse en una roca. "Ella había estado allí el año pasado", puntualizó.

De repente, todo este panorama incomparable se convirtió en el escenario de la tragedia. "Cuando nos sentamos en la roca, hizo contrapeso. La misma piedra en la que estábamos sentados nos cayó encima", relató.

Sandra se llevó la peor parte. El grueso de la mole de media tonelada le cayó encima y le causó la muerte en el acto. Mientras, Adelardo pudo salvar la vida. La gigantesca roca le había aprisionado las piernas. A pesar del inmenso dolor, no llegó a perder la conciencia.

"Empecé a llamarla ¡Sandra, Sandra!, pero no me contestaba. Gracias al teléfono móvil, pude llamar al 112 a pedir ayuda. Traté de tranquilizarme a pesar del dolor", indicó.

Los minutos se le hicieron eternos hasta que los servicios de rescate acudieron en su auxilio. Aparte de utilizar el móvil para llamar y enviar su posición, Adelardo mantuvo encendida la luz del flash del terminal para hacerse visible.

"Estuve consciente todo el tiempo. Hice esfuerzos por calmarme hasta que me durmieron porque el dolor era muy fuerte", abundó. Cuando se despertó era la mañana del martes y estaba ingresado en el hospital de Son Espases. También en ese momento ya le confirmaron la trágica noticia que él ya aventuraba: Sandra había muerto aplastada por el peso de la piedra.

Indignación por el fácil acceso

"Nos conocíamos ya desde el año pasado. Ella era de Yecla y yo soy de Barcarrota (Badajoz). Nos reíamos mucho porque, aunque somos de sitios muy diferentes, decimos 'acho'", recordó.

No obstante, el fatal accidente que le costó la vida a Sandra y a él le ha fracturado varias vértebras le ha causado una profunda indignación. "Ese sitio no debería estar así, abierto al público. ¿cómo es posible que haya escaleras para llegar a esas rocas cuando hace años ocurrió otra cosa prácticamente igual en Malgrats", se pregunta. De hecho, el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, se personó en la mañana del martes en ese punto para comprobar 'in situ' el alcance del siniestro y cómo estaba ese paraje.