"Me he cargado a un hombre, que venga la Policía". Es lo que dijo Juan López después de presuntamente matar a Manuel Leal, su vecino de la huerta en La Ribera de Molina (Molina de Segura). El motivo, un tema de lindes.

Cuando llegó la Policía, Juan se entregó y entregó también el arma del crimen, una escopeta. A continuación, guió a los investigadores al lugar donde estaba el cuerpo de Manuel. Le había pegado un tiro en la cabeza. Eso pasó en junio de 2017. Ahora le sale ya el juicio.

El fiscal ha pedido 20 años de cárcel para López, que va a ser juzgado a partir de este lunes en la Audiencia Provincial de Murcia ante un jurado popular. El escrito de acusación de la fiscalía señala que los hechos ocurrieron el 13 de junio de 2017 en los terrenos que ambos poseían en La Ribera de Molina de Segura cuando el procesado, de 80 años entonces, efectuó un único disparo contra la víctima que le causó la muerte de forma instantánea.

La acusación estatal señala asimismo que el acusado se dirigió aquel día a su vecino y le amenazó con la escopeta, pero que este en un intento de salvar la vida llamó a su hijo, que no respondió, y posteriormente a su esposa, rogándole que avisara al 112 porque el acusado le amenazaba de muerte.

Finalmente, no pudo evitar que Juan López disparara contra él causándole la muerte sin posibilidad alguna de defensa.

De regreso a su domicilio, el procesado se encontró con dos jóvenes que escalaban en un rocódromo de la zona, a los que confesó el crimen y les pidió que llamaran a la Policía y que él esperaría a los agentes en su domicilio.

El Ministerio Público señala en su escrito de acusación que, según el informe forense que obra en la causa, el supuesto asesino, pese a su edad avanzada, no presenta deterioro cognitivo y conserva plenamente sus facultades.

Además de los 20 años de prisión, el fiscal reclama indemnizaciones que suman 253.000 euros para la viuda y los tres hijos del fallecido, que tenía entonces 58 años.