En pleno 'corazón' de los terrenos de regadío de la Comunidad de Regantes de Puerto Lumbreras. El proyecto que plantea la construcción de una planta de energía solar fotovoltaica de 400 megavatios «amenaza» desde hace años unas 3.200 hectáreas de terreno dedicadas a la agricultura de regadío en la diputación de Puerto Adentro, justo en el límite con el municipio almeriense de Huércal-Overa y donde se sitúa el 50% de los terrenos de la comunidad de regantes.

Una amenaza que ayer tuvo su último paso por parte de la comunidad de regantes y los grupos municipales del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras al presentar en una rueda de prensa las 3.200 firmas que han recogido para defender el sector agrícola y ganadero en la zona.

La empresa Desarrollos Fotovoltaicos Carril 400 lleva años revisando terrenos entre Lorca y Puerto Lumbreras para instalar una planta solar y su último objetivo se encuentra en un gran terreno de regadío, a caballo entre la Región de Murcia y Almería, donde está a la espera de que el Ministerio para la Transición Ecológica apruebe el informe de impacto medioambiental que realizó para su proyecto.

La reunión de ayer buscaba un frente común entre políticos, agricultores y ganaderos «contra la instalación de macro-centrales solares fotovoltaicas en regadío en Puerto Lumbreras, que ocupan y colmatan gran cantidad de suelo destinado a agricultura de regadío (base de nuestra economía), que además crean tensiones sociales y políticas, explotando el sol de la región y siendo a menudo fondos de inversión extranjeros los beneficiarios de los mismos. Además colmatan las redes de distribución, impidiendo que otras plantas fotovoltaicas de autoconsumo o de vertido a red más pequeñas puedan instalarse».

Los regantes señalan que no se oponen a que las empresas que lo deseen puedan instalar plantas solares en el municipio, sino que no afecte a terreno agrícola de gran valor. Antonio Díaz, vicepresidente de la Comunidad de Regantes de Puerto Lumbreras, señala a este periódico que la empresa Carril 400 ha entrado en negociaciones con ellos subrayando que aunque el informe de impacto medioambiental abarque un proyecto de 3.200 hectáreas, en realidad solo afectará a 800 hectáreas, la última cifra que desde la entidad les han comunicado a los regantes.

«Tenemos 4.020 hectáreas en la Comunidad de Regantes, pues 2.000 de ellas están en la zona que estaría afectada por el macroproyecto», señala Díaz, que señala que la empresa pasó de 1.300 a 800 hectáreas útiles de la planta porque «emplearían placas más pequeñas pero más potentes para llegar a esos 400 megavatios».

De regadío a secano

Una preocupación importante para los regantes es la pérdida de las concesiones de agua de la Confederación Hidrográfica del Segura, ya que muchos terrenos perimetrales a la planta se convertirían en cultivos de secano y supondría la pérdida de consideración de regadío, señalan los regantes. Ayer PP, PSOE, IU-Los Verdes y Vox acudieron al encuentro con los regantes, donde también estuvo la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica. Los regantes denunciaron que «este tipo de macroproyectos harían perder unos terrenos ya muy escasos, el esfuerzo y el trabajo de varias generaciones, inversiones cercanas a los 50 millones de euros que se han realizado para modernizar los regadíos y dotar de agua a estos terrenos, así como miles de puestos de trabajo.