Los socorristas de una playa de Bolnuevo recogieron el pasado miércoles una carabela portuguesa que una embarcación encontró flotando en la costa de Mazarrón.

En esta ocasión, la carabela no llegó a picar a nadie, dado que la tripulación de la embarcación dio aviso a los socorristas de Bolnuevo de la presencia de este ejemplar en el agua. Desde la playa los socorristas se desplazaron en un kayak hasta la zona del aviso y pudieron recogerla metiéndola en un cubo.

No es la primera noticia de una carabela portuguesa esta semana. Naomi Mateos González, vecina de Murcia, fue este martes a pasar el día a Puntas de Calnegre con una amiga. A mediodía, la joven entró en el mar y, cuando aún iba por la orilla y el agua no le llegaba por encima de las rodillas, sintió una fuerte picadura. Al agacharse para apartar lo que le producía el dolor, el causante de la picadura, un ejemplar de carabela portuguesa, 'abrazó' con sus tentáculos su hombro.

Las carabelas portuguesas se encuentran en el litoral murciano, alicantino y andaluz desde hace varios años y su presencia se hace más notable ahora que se acerca el buen tiempo y los bañistas se animan a probar el agua.

Aunque tiene forma de medusa, no lo es, y tiene una picadura muy dolorosa. Consulta aquí qué hay que hacer si te pica uno de estos ejemplares.

Se trata de un hidrozoo formado por una colonia de pólipos con distintas funciones. Cuenta con una vela de aspecto gelatinoso de entre 15 y 35 centímetros con la que recorre los océanos impulsadas por el viento.

Del centro de su cuerpo cuelgan unos tentáculos que sirven para cazar a sus presas y que pueden llegar a medir hasta diez metros. Aunque las carabelas portuguesas son típicas de las aguas del Atlántico, aparecen cada vez con más frecuencia en el Mediterráneo tras ser arrastradas por las fuertes corrientes.