La Policía Judicial de la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 37 años de edad, cuya identidad no ha sido facilitada, como presunto autor del homicidio de María V., la octogenaria que fue hallada muerta en abril en su casa de Abarán, indican fuentes cercanas al caso.

Las mismas fuentes detallan que el sospechoso es pariente de la fallecida y que un asunto de dinero podría estar detrás del homicidio. De momento, la investigación sigue abierta, y no se descarta que rencillas de carácter personal, entre víctima y presunto agresor, hubiesen provocado el fatal desenlace.

Antes de conocerse el arresto de este hombre, la familia de la difunta había convocado para este viernes una concentración en la puerta del domicilio de la finada, en la calle Doctor Molina, para honrar su memoria. Prevén guardar un minuto de silencio y leer un manifiesto.

El de María, que ya se va esclareciendo, era el crimen sin resolver más reciente de los que están sobre la mesa de los profesionales del Instituto Armado. Hay tres más, los tres hombres: uno en Fuente Álamo, otro en Totana y otro en Yéchar (Mula), todos en investigación.

Sus vecinos la echaron en falta porque faltó a un entierro. Cuando el cuerpo de María V. apareció, en un charco de sangre, en el suelo de su casa, lo primero que se pensó es que esta mujer se había caído y, dada su avanzada edad, el golpe contra el suelo había resultado mortal. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y ahí saltaron las alarmas: presentaba heridas de arma blanca. A María la habían matado.

Eso ocurrió en abril y, desde entonces, la Benemérita iba estrechando el cerco al asesino.