Dos intentos de suicidio en una semana. Los dos, de vecinos de Cieza. El primero quería tirarse del collado de La Atalaya; el segundo, de un balcón. Ambos estaban acompañados de sus parejas en el momento de la intentona, y a ambos les salvó la vida la rápida actuación de dos agentes de la Policía Local de su municipio.

«Ni lo pensé, de lo que me di cuenta es de que había que actuar muy rápido», rememora Óscar Herrero, el agente que rescató al chico que pretendía lanzarse a un barranco. Este policía, natural de Murcia, aunque trabaja en Cieza desde 2007, junto a su compañero, José Guardiola, acudió al servicio del pasado día 20. Una llamada alertó al Cuerpo de que había una persona en el cerro. Y la Policía fue de inmediato.

«O se caía o se tiraba», recuerda Herrero que pensó al ver al joven encaramado al monte. La Atalaya de Cieza es esa mole rocosa que se eleva justo encima del pueblo, la que se ve desde la carretera. «Realmente no dio tiempo a pensar nada», confiesa este policía héroe, que insiste en que «lo único, que tenía que intentar agarrarlo». Evitar que el joven se lanzase al vacío, como subrayaba que pretendía hacer.

Mientras José Guardiola «le iba dando conversación» al chico, «me puse los guantes y lo agarré del brazo». Le puso a salvo.

Una ambulancia trasladó al joven al Morales Meseguer de Murcia, para que le atendiesen profesionales de la planta de Psiquiatría. El agente se ha interesado después por él. «Hablé con la familia y me dijeron que el padre se presentó allí y le dieron el alta a las dos horas, porque insistió en que había sido solo una llamada de atención», manifestó.

También se ha desplazado después a la montaña en la que sucedió todo. «En ese momento, aunque no sepas cuál era su intención, si era o no tirarse, lo cierto es que podría haber dado un resbalón y no lo cuenta», apostilla.

Recuerda que el chico «estaba inclinado hacia adelante». «En esta posición, me habrían temblado las piernas», confiesa el agente, de 39 años de edad, que, con su heroicidad, tiene las felicitaciones de todos sus colegas.

El segundo de los intentos de suicidio tenía lugar el pasado lunes, día 27. La centralita de la Policía Local de Cieza recibía una llamada telefónica en la que se comunicaba que un varón estaba a punto de lanzarse al vacío desde un tercer piso. Rápidamente, una patrulla se personó en el lugar y pudo comprobar desde la calle que el hombre ya se encontraba en la parte exterior de un balcón de la vivienda mientras una mujer, a gritos, le sujetaba para evitar que cayera a la vía pública.

De inmediato, los agentes accedieron a la vivienda y lograron sujetarle fuertemente por las axilas y las piernas, logrando retornarlo al interior del balcón, no sin que este opusiera resistencia, mientras gritaba y persistía en su actitud de querer acabar con su vida, indican desde el Cuerpo.

Una vez puesto a salvo, los uniformados solicitaron la presencia de personal médico y una ambulancia, que traslado al hombre a un centro hospitalario, afortunadamente sin que presentara ningún tipo de lesiones.