Se llama Servando E., tiene 39 años y lleva desde el verano de 2017 en prisión provisional, acusado de dejar embarazada a una niña de 12 años a la que habría violado en varias ocasiones.

Custodiado por agentes de la Policía Nacional, Servando abandonaba este martes por unas horas la cárcel para sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial de Murcia, donde se le juzga. El Ministerio Público solicita para él 14 años de cárcel. También pide que indemnice a la víctima, que sigue con muchas secuelas psicológicas, con 60.000 euros.

Los hechos que llegan a la vista oral tuvieron lugar en un domicilio de Totana, donde residían el presunto agresor, la víctima, la madre de ésta y varias personas más. Fue precisamente la progenitora de la menor la que descubrió lo que pasaba: según declaró, encontró a su hija en la cama con el sospechoso. La víctima estaba temblando, muy asustada. Él la tenía agarrada.

Después de la denuncia de la madre, la víctima habló. Contó que hasta en tres ocasiones se vio atacada por este sujeto. Estaba tan atemorizada que llegó a esconder un cuchillo debajo de su almohada para defenderse cuando el individuo fuese a su cama. Pero él, prosigue la niña, con su superioridad física, siempre la dominaba. Y le decía que, si se resistía, «sería peor».

En septiembre de 2017 se le practicó a la pequeña la interrupción del embarazo. A día de hoy, ella aún está mal. Lo corroboraban en la Audiencia dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal, que declararon en calidad de testigo. La víctima presenta «muchos problemas de ansiedad», «se ha vuelto más retraída y tiene mucho miedo ante muchas cosas». Muestra «un estado psicológico compatible con el trauma», cuando antes «era una niña alegre».

También testificaron, por videoconferencia, los científicos que realizaron las muestras de ADN, tanto del semen hallado en la exploración a la niña como del tejido fetal. Confirmaron que el perfil genético era el de Servando E. que escuchaba en el banquillo, impasible.

Apunta la fiscal en su escrito que «el análisis de las muestras de semen hallado en el ano y vagina de la niña evidenciaron que el acusado no sólo penetró a la menor vaginalmente, sino que también lo hizo de forma anal, hecho este último que no fue verbalizado por la víctima, quizás por no ser consciente de ello, sin que pueda ser precisado el momento en que ocurrió, ni tampoco el número de veces en que sucedió».

El individuo alega que no se acuerda de mucho. También culpa al alcohol. Ahora ha de ser la Justicia la que determine el destino del sujeto. Que, de momento, sigue encerrado.