Ocurría sobre la una de la tarde de ayer. Dos internos de la cárcel de Campos del Río acababan en el hospital tras verse involucrados en una brutal pelea en la que hubo palos y cuchillas, indicaron fuentes penitenciarias.

Pasó cuando salieron al patio. Se da la circunstancia de que los implicados están internados en el módulo más peligroso de una prisión que cuenta con varios frentes abiertos: las agresiones son constantes, denuncian los funcionarios desde hace tiempo.

Esta riña en cuestión se debe, apuntan las mismas fuentes, a un ajuste de cuentas entre reclusos.

Dos de los reos fueron llevados al Virgen de la Arrixaca, aunque su estado no reviste gravedad. Uno de ellos presenta una brecha en la cabeza, que se la hicieron con un palo, y el otro tiene heridas y cortes en una mano.

Asimismo, cuatro presos más fueron trasladados a aislamiento por lo sucedido. Como castigo, se les cambia de galería y van a esta zona. Es decir, se endurecen sus condiciones. Por ejemplo, pasa a un régimen donde tiene prohibido fumar y salir al patio. Pero esta medida no dura más de tres días, señalan las fuentes.

A propósito de la pelea, los funcionarios encontraron a estos reos cuchillas de fabricación casera y palos.

Fuentes penitenciarias recordaron que en Campos del Río hay dos funcionarios para 140 internos.

Hace apenas unos días, otros interno de Campos del Río acababa en la enfermería tras ser objeto de una brutal paliza por parte de un compañero, informaron fuentes penitenciarias. Ambos reclusos, víctima y agresor, se encontraban ya en el módulo de aislamiento. El episodio violento se produjo cuando coincidieron en el patio, donde salen de tres en tres. Fuentes próximas indicaron que el atacante se lío a puñetazos contra el otro reo, al que llegó a hacer una brecha en la frente que requirió de puntos.

Los sindicatos que representan a los funcionarios de prisiones vienen reclamando desde hace mucho tiempo mejoras de sus condiciones laborales que afectan, entre otros aspectos, a la vulnerable seguridad en la que desempeñan su labor. Esta situación, que se produce no solo en Campos del Río, sino también en otras cárceles del país, la vienen denunciando desde hace tiempo ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y ante el Ministerio del Interior. Entre sus reivindicaciones se encuentran la dotación de más personal, el reconocimiento de estos funcionarios como agentes de la autoridad y las condiciones salariales, ya que critican que sean el único colectivo del Ministerio del Interior que no ha visto mejorado su salario.