Los vecinos del barrio de San Fernando de Lorca, que hace ocho años tuvieron que abandonar las 232 viviendas que habitaban para ser demolidas como consecuencia de los terremotos de 2011, celebraron ayer con una jornada de convivencia el regreso a sus nuevos hogares, cuya entrega de llaves se va a llevar a cabo, al fin, a partir de hoy a las 10 de la mañana en el centro cultural de la ciudad.

De las 232 familias, van a regresar al nuevo barrio 148. El resto de inmuebles pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma, que los destinarán a un plan joven de vivienda. Cincuenta y nueve viviendas serán para el Ayuntamiento y 18 para la Comunidad. Durante estos 8 años, algunas de las familias han residido en diferentes lugares del municipio, como viviendas de alquiler, esperando poder regresar algún día a su nuevo hogar, algo que no ha estado exento de dificultades.

Laura Andreu manifestaba a esta Redacción al ser preguntada que sentía ''una sensación inexplicable y una alegría inmensa que recorre todo mi cuerpo porque este día parecía inalcanzable, pero lo hemos logrado'', reconociendo que ''hemos sufrido mucho de un sitio para otro, sabiendo en todo momento que nuestro sitio y nuestra vida, estaban aquí''.

Según Andreu, ''la espera ha sido dura, hemos tenido que salvar muchos obstáculos, pero ha merecido la pena porque hemos llegado hasta el final''. En ocho años ''pasan muchas cosas'', según otros vecinos, y lo más triste ha sido que algunas de las personas que tuvieron que abandonar su hogar el 11 de mayo de 2011 se han quedado en el camino. No obstante, para ellas ha habido un recuerdo especial en este día tan importante. Según Sebastián Andreu, ''lo que más nos duele es que haya personas que no podrán entrar en sus nuevas viviendas porque se han quedado en el camino y han fallecido. Por eso queremos que este día sea como un homenaje para ellas, porque han luchado junto a nosotros aunque no han podido ver el final''.

En parecidos términos se expresaba también Diego Ruiz, quien señalaba que ''me estoy acordando de personas que me preguntaban si verían el final algún día y yo les juraba y perjuraba que lo verían pero se han quedado por el camino, aunque si existe por ahí algún sitio desde el que nos estén viendo, vaya para ellas nuestro más entrañable recuerdo''.

Catalina García manifestaba por su parte ''que para nosotros es el día más grande del mundo porque vamos a inaugurar nuestro barrio, que ya era hora que lo hiciéramos después del tiempo transcurrido''. Durante los ocho años García ha estado en régimen de alquiler y, como otras, se queja de que aún hay pendientes ayudas al alquiler por parte de la administración, algo que espera se soluciones pronto. Los terremotos del 11 de mayo de 2011 motivaron que 14 familias hayan vivido durante ese tiempo en casas prefabricadas cedidas por Cruz Roja Española, en las cercanías del barrio de San Fernando.

Al acto de convivencia organizado por la Comunidad de Propietarios que preside Fernando Roldán asistieron ayer, entre otros, el alcalde Fulgencio Gil y el presidente de la Comunidad Fernando López Miras, quienes elogiaron el modelo y ejemplo que se ha seguido con la unión entre vecinos y administraciones hasta conseguir ''el barrio más moderno de la ciudad y el más moderno de Europa con 25.000 metros cuadrados de superficie y 232 viviendas mucho más accesibles, con nuevo mobiliario e instalaciones''.

Los trabajos realizados han consistido en la construcción de 232 viviendas, 267 aparcamientos y 30 locales comerciales así como la renovación urbana de la zona.