La consejería de Agricultura ha dado la voz de alarma ante la presencia de la avispilla del almendro en los cultivos de los términos municipales de Yecla y Jumilla. La plaga, detectada por primera vez el verano pasado, ha vuelto a la comarca del Altiplano, donde los agricultores vuelven a enfrentarse a un insecto que puede ocasionar grandes pérdidas si no se combate adecuadamente.

El primer paso, según aseguran desde el Servicio de Sanidad Vegetal, es poner en marcha las medidas fitosanitarias adecuadas que permitan frenar el avance de la plaga, que puede resultar muy dañina. Aunque no es la primera vez que se detecta la presencia presencia del insecto en la zona, se teme que no se pueda frenar a tiempo y que dañe gran cantidad de cultivos. Ya hace unos meses que se detectaron las primeras parcelas afectadas, situadas en zonas colindantes con la provincia de Albacete, en Castilla-La Mancha, donde la avispilla del almendro lleva causando daños desde hace años.

La lucha contra la avispilla del almendro tiene dos inconvenientes contra los que la Consejería de Agricultura está tomando medidas. En primer lugar, que no existen productos autorizados que no vayan en contra del estatus de 'ecológico' que tienen la mayoría de parcelas dedicadas al cultivo de almendra en la zona del Altiplano.

En segundo lugar, el estado de abandono de muchas otras parcelas de almendros que hace difícil contabilizar el número de hectáreas afectadas y las zonas por las que la plaga podría avanzar: «si los propietarios de esas fincas no proceden al arranque de los árboles afectados, entonces se pondrá en marcha una orden para arrancar todos los cultivos de las parcelas abandonadas», asegura Teleforo García, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Región de Murcia.

Quema de los frutos

En los últimos meses se ha estado realizando el seguimiento de la presencia de la avispilla del almendro por parte de los técnicos de la Consejería de Agricultura. En concreto en Yecla, en los parajes de Fuente del Pinar y Campules, se ha detectado la presencia de esta plaga por lo que se hace imprescindible establecer un plan de medidas de obligado cumplimiento.

Entre las medidas destaca la obligación de eliminar las almendras afectadas por medio de la quema de las mismas, destruir el fruto detectado en los almacenes receptores de almendra, realizar tratamientos fitosanitarios adecuados con los productos recomendados y comunicar al servicio de Sanidad Vegetal sobre la plaga.

La detección de la plaga es muy sencilla puesto que, según Vicente Gandía, técnico de la Oficina Comarcal Agraria, «el fruto afectado no llega a término y es muy visible su infectación». Los propietarios de estas explotaciones, que están obligados a tomar las medidas preventivas oportunas para evitar sanciones, pueden consultar sus dudas llamando a la Oficina Comarcal Agraria.