El centro penitenciario Murcia II en Campos del Río se convierte en un centro pionero en la Región de Murcia y a nivel estatal, ya que el proyecto agrícola ecológico 'Guardianes de Semillas' facilitará la titulación en agricultura ecológica para los reclusos participantes en el mismo. La asociación Templarios de Jumilla viene desarrollando este proyecto en la prisión desde 2017, ahora con el respaldo de la dirección general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, a través de cursos formativos para el empleo coordinados por la asociación responsable del proyecto, el CIFEA y el Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica.

La próxima semana tendrá lugar un encuentro donde se establecerán dichos cursos que deberán ser aprobados por Madrid y que abrirán el proyecto de 70 a más de mil reclusos. Hasta el momento el proyecto de 'Guardianes de Semillas' iba dirigido únicamente a internos de la Unidad de Tratamiento Especial, reclusos con adicciones a drogas y con programas extensivos de rehabilitación. Con la aceptación de la ampliación del programa, éste quedará abierto a más de un millar de internos.

Según destacaba José Tomás, responsable de la asociación, «se ha demostrado el gran beneficio terapéutico que se deriva de este programa y ahora se amplían estos beneficios con la oportunidad de que sus participantes puedan disponer de una titulación en agricultura ecológica que va a tener muy buena aceptación».

El huerto, gestionado por los Templarios de Jumilla, cuenta con el apoyo de Instituciones Penitenciarias, el Ayuntamiento y los economatos de la propia prisión facilitando abonos naturales para la sostenibilidad y mantenimiento.

Campos del Río cuenta actualmente con un espacio para el desarrollo del programa de 600 metros cuadrados. Allí se han dispuesto 16 bancales para el aprendizaje de técnicas de siembra y de semillas autóctonas que después se distribuyen a otras prisiones.

Entre algunos de los cultivos típicos de la Región que se pueden encontrar está la berenjena 'huevo de toro', tomates muchamiel, cherry o de pera, habas cartageneras o murcianas, jazmines o plantas como la hierbabuena o la rúcula. Los reclusos cuentan, además, con un hotel de insectos que a su vez beneficiará a las plantas, un panal o sistemas de riego entre ellos uno de riego de socorro por condensación ideado por los internos consistente en el aporte hídrico a las plantas en momentos de sequía con un vaso y una botella de plástico.