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Descubrir la Vega Alta y el Noroeste de la Región de Murcia en invierno es descubrir todo un espectáculo para los sentidos. Cuando el invierno se encuentra en todo su esplendor, los almendros, melocotoneros, albaricoqueros y demás frutales muestran su belleza más característica coincidiendo con su floración. Un manto de colores marcado por los tonos rosa, fucsia y blanco que inunda decenas de kilómetros de plantaciones y que ofrecen una visión dulce y aterciopelada para visitantes, amantes de la naturaleza, fotógrafos y aquellos que lo descubren por casualidad.

Mula, por ejemplo, cuenta con diversos espacios donde la floración del almendro forma parte de la visita obligada. La pedanía de Casas Nuevas, a los pies de la cara norte de Sierra Espuña es uno de los lugares más apreciados para descubrir los almendros en flor. La intensidad del verdor del arbolado de la sierra, unido a la sensibilidad del campo florido ofrece un paisaje único y de gran belleza. Junto a Casas Nuevas, donde se pueden realizar multitud de rutas en la que el almendro es el principal protagonista, el paraje de Cagitán está considerado como uno de los diez lugares de España más bellos para descubrir la floración del almendro. Una gran llanura donde el color blanco y rosado de las flores se convierte en todo un espectáculo visual. La floración del almendro coincide con la última parte del invierno y dura unas pocas semanas por lo que principios de febrero sigue siendo el mejor momento para disfrutar y descubrir esta maravilla de la naturaleza. La vista, el olfato y el gusto se entremezclan bajo la belleza, el aroma y sabor de uno de ciclos más espectaculares del almendro.

La concejalía de Turismo mantiene la floración del almendro como uno de los momentos más agradables para conocer el municipio. Rutas, actividades fotográficas y otros eventos -como es el caso del Mercadillo de Artesanía Las 4 Plazas que se desplazaba hasta Casas Nuevas durante el pasado fin de semana para completar las actividades en torno al almendro y el Encuentro de Cuadrillas de esta pedanía- o simplemente el encanto de disfrutar de la belleza del manto blanco de la floración.

El Valle Morisco y el municipio de Cieza: un placer para todos los sentidos

El Valle Morisco y el municipio de Cieza: un placer para todos los sentidosLos campos de la Vega alta y el Valle de Ricote comienzan a estallar en mil colores. Atrás quedan los apagados tonos del oscuro invierno y, conforme el sol va tomando altura, los campos empiezan a florecer. Caminar estos días por los alrededores de Cieza, Abarán y todo del antiguo valle morisco constituye para todos los sentidos un auténtico placer que, en ocasiones, nos sitúa cerca a lo celestial. Bajo la atenta mirada de la grandiosa sierra de la Pila, las planicias de la Hoya del Campo, el Boquerón y Casablanca se han transformado ya en un gran paño de distintas tonalidades de rosas y lilas que seducen a cualquiera. Lo ha sabido ver bien Antonio Moreno, apodado cariñosamente en Abarán como 'El Cura', que se ha propuesto que la Floración Abarán sea cada año más conocida.

Y no es para menos, porque estos días, y en cuanto se encumbra el alto de la Losilla, los viajeros ya pueden disfrutar del espectáculo que tiene su máxima expresión en los parajes de El Horno y el Acho, en Cieza, donde la Floración se alarga hasta finales de marzo. Es allí donde el afamado fotógrafo Fernando Galindo ancló ya su mirada hace más de 25 años. De hecho, es considerado el auténtico descubridor de este acontecimiento anual y así ha sido reconocido recientemente por la consejera de Turismo y Cultura, la también ciezana Miriam Guardiola. Y es que la huerta de la antigua capital del esparto también se está vistiendo ya con los más variados colores que proporciona la floración de los frutales.