Un vecino de Abanilla que fue detenido como sospechoso del crimen ocurrido en esta localidad murciana en diciembre de 2016 ha relatado este miércoles la situación que vivió a lo largo de varios meses al ser considerado autor de la muerte de J.M.L., que falleció en su domicilio por los golpes propinados con una barra de hierro.

Este testigo ha señalado que su situación como imputado se mantuvo hasta agosto de 2017, en que fue detenido el vecino al que desde el pasado lunes se juzga en la Audiencia Provincial de Murcia como autor del homicidio, Pedro Antonio C., quien reconoció los hechos.

El testigo ha comentado que su detención fue debida a que los guardias civiles que investigaron los hechos encontraron su huella en un bote en el que la víctima guardaba la droga para su venta.

Y ha añadido que no era extraño ese hallazgo, ya que había acudido en varias ocasiones al taller de J.M.L. para adquirir sustancias estupefacientes y en que en ocasiones se servía él mismo, por lo que cogía con sus manos aquel objeto.

En esta tercera sesión de la vista oral ha intervenido también el carpintero que forzó la puerta del domicilio del fallecido y que accedió al interior del mismo.

El testigo ha manifestado que aquel se encontraba en un gran charco de sangre y con signos evidentes en la cabeza de haber recibido golpes en la misma.

La vista oral continuará este jueves con el testimonio de otras personas.

El ministerio fiscal tiene solicitados para Pedro Antonio C. doce años y seis meses de prisión por un delito de homicidio, así como una multa de 600 euros por la sustracción de la cartera y el teléfono móvil de la víctima.

En la primera sesión del juicio, el procesado reconoció los hechos, se mostró arrepentido y pidió disculpas a la familia del fallecido.