El exdirector de un geriátrico de Águilas al que se acusa de haberse quedado con más de 500.000 euros de la institución se declaró ayer inocente y dijo que muchos de los documentos en los que se basa la acusación están manipulados. La acusación particular del centro que dirigió durante varios años pide hasta seis años de prisión para el hombre, quien durante el interrogatorio señaló que una de las actas aportadas a las actuaciones es falsa porque no tiene ni los sellos ni las firmas exigidas.

También indicó que siempre actuó en beneficio de la residencia, como lo demuestra el hecho de que llegó a prestarle más de 700.000 euros de su patrimonio particular para que pudiera superar las dificultades económicas por las que atravesaba. El hombre manifestó que si una de sus empresas fue proveedora del geriátrico, fue porque ofertaba los precios más baratos, y que él no elaboró nunca la contabilidad del geriátrico, sino que se ocupaba siempre de «controlar que no se superaran los gastos mensuales que se habían fijado».

También negó que utilizara irregularmente la tarjeta bancaria de la que disponía, que le fue entregada con el consentimiento de los directivos de la residencia, según sus palabras, y afirmó que los talones que se extendían al portador era para que la caja del centro pudiera disponer siempre de un mínimo para pagos, sin que él se apoderara de su importe. La vista continuará hoy con la práctica de nuevas pruebas.