La llegada de la fibra óptica 5G a la localidad de Abanilla ha llegado hasta el Cuartel de la Guardia Civil. Y es que Puri, una vecina del barrio de La Lonja, ha denunciado que en dos de sus propiedades los técnicos que están instalando el cableado para desplegar la red FTTH han colocado sin su autorización instalaciones eléctricas sobre las fachadas «causando desperfectos estéticos». Y no es la única persona que asegura que se ha utilizado su fachada sin autorización expresa.

Aunque estos desperfectos no son lo único que preocupa a esta vecina, ya que no desea «radiaciones ni campos electromagnéticos en su vivienda», como explica en la denuncia presentada en el cuartel de la Benemérita el pasado 28 de enero y a la que ha tenido acceso esta Redacción.

Puri explica que está a favor de que «la red de fibra óptica llegue a la localidad. Por supuesto quiero que haya progreso en Abanilla, pero con lo que no estoy de acuerdo es con que no se realice de manera soterrada, como ya ha hecho alguna compañía y no las que están haciendo la última fase de la instalación», destaca.

Mientras, María Dolores Saurín, concejala del Grupo Municipal Independiente de Abanilla, asevera que «queremos que se cree una Ordenanza para Embellecimiento de Abanilla, que se regule la normativa. Queremos que llegue el progreso y la fibra óptica, pero no que se haga de cualquier manera».

Como ejemplo de «las barbaridades que se está haciendo en la instalación de la fibra óptica está la Casa Cabrera, que es privada pero está en el entorno de la iglesia, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y que ha sido cableado en parte de la fachada», comenta. Y es que «Abanilla no es el pueblo donde todo cabe, queremos progreso, pero que se hagan las cosas bien. La instalación de la fibra óptica debe ser soterrada», dice.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Ezequiel Alonso, respondió al ser consultado por LA OPINIÓN sobre la instalación de la fibra óptica que «desde el Ayuntamiento se les comunicó a las empresas que están realizando la instalación que debían pedir permiso a los propietarios de los edificios para instalar los cables», a la vez que explica que sabe «que algunos vecinos dieron autorización y otros no, por lo que un ingeniero municipal ha ido a ver cómo se ha hecho todo y se ha pedido que se retiren las instalaciones donde no hay permiso».

Mientras, fuentes de la dirección general de Bienes Culturales, aseguraron ayer a esta que en el caso de la Casa Cabrera, aunque no está declarada BIC en sí, pertenece al entorno del BIC de la iglesia de Abanilla, por lo que no se podría modificar la fachada sin un informe previo de los técnicos y la autorización correspondiente. También añaden que no existe hasta el momento ninguna denuncia al respecto en la citada dirección general.