La Sociedad Protectora de Animales de Yecla (Spandy) ha denunciado el destrozo de los refugios de una de las colonias de gatos callejeros del proyecto CES (Captación, Esterilización y Suelta). El barrio de Justina, en la zona alta del municipio, alberga una de las colonias que hace poco más de un año se pusieron en marcha para proteger la integridad física y mantener un control de la población felina del municipio. Hace años que sobrepoblación de gatos callejeros comenzó a causar problemas de convivencia con los vecinos de varias zonas de la ciudad donde es más frecuente la presencia de estos animales.

En 2016, en las inmediaciones de la calle Tetuán, los gatos enfrentaron a los vecinos de la zona ante las agresiones y envenenamientos que se estaban produciendo y que acabaron con la vida de varios felinos. En 2017, en la zona de La Pedrera, la situación volvió a repetirse pero esta vez con tintes mucho más agresivos. Se perdió el rastro de varios de ellos que, más tarde, aparecieron muertos, mutilados o descuartizados. En ambas ocasiones, desde la protectora apelaron a la necesidad de poner en marcha el programa CES como solución al conflicto, evitando las colonias y la insalubridad que pudiesen generar.

Ante esta situación de sobreploblación y problemas de convivencia entre vecinos y gatos, el Ayuntamiento de Yecla decidió apoyar a Spandy en el programa CES, dotado en su inicio con 8.000 euros, para controlar las cerca de veinte colonias, con entre cinco y veinte gatos cada una, que había repartidas en ese momento por distintos puntos de la ciudad. El programa se divide en tres pasos.

El primero, la captura del felino; el segundo, la esterilización mediante extirpación de útero o testículos y recuperación mediante tratamiento; y en tercer lugar, una vez totalmente recuperados, la suelta de los animales. Para que un gato sea catalogado como CES, es necesario estudiar su entorno original, su dependencia humana y estar inscrito en el censo de una colonia que realizan los coordinadores del proyecto. Además, el Ayuntamiento prohibió de forma tajante la alimentación de las colonias sin permiso. Para controlar cada uno de los focos donde hay vida felina, existe un registro donde los vecinos pueden inscribirse para alimentar a los gatos una vez que reciben su acreditación como tal, siendo sancionada aquella persona que lo haga sin permiso. El programa CES recoge también qué zonas son las más idóneas para alimentar a los gatos y respetar su descanso y la obligatoriedad de limpiarlas.

Se volverán a colocar reparadas

Ha sido precisamente en uno de estos espacios controlados donde han destrozado los refugios que habían sido construidos de forma totalmente desinteresada por voluntarios. Desde la protectora aseguran que repararán las casetas: «No sabemos qué molesta más. Que haya gatos felices sobreviviendo en la calle o que haya personas encantadas en cuidarlos. Vamos a reparar las casetas las veces que hagan falta porque hay vidas que dependen de ella», han manifestado. Spandy hace también un llamamiento a los vecinos de las zonas con colonias controladas para que denuncien cualquier acto vandálico o aporten información ante futuros hechos como este: «Si quieres ser una persona que ayuda, en vez de destrozar, hazte voluntario CES».