Yecla celebró durante este fin de semana las fiestas en honor de San Blas, unas fiestas que se remontan al siglo XVI y que tienen como auténticos protagonistas a los panes benditos y a las 'pajaricas' artesanas que adornan los panes.

Las Fiestas de San Blas son una de las tradiciones más antiguas de la ciudad, manteniendo la devoción al médico y Obispo de Sebaste, al que se le considera patrono de los enfermos de garganta y de los otorrinolaringólogos.

El temporal de viento no detuvo la celebración de los actos, que dieron comienzo en la tarde del sábado con la salida de los Mayordomos y acompañantes desde su domicilio hasta la Basílica de la Purísima. Seguidamente se subió hasta la hornacina de San Blas, donde se procedió al encendido de la tradicional hoguera, disparo de cohetes y tracas y Proclamación de Clavarios.

Ya durante el día de ayer por la mañana, tras la salida desde la casa de los Mayordomos, se dirigieron hasta la Basílica de la Purísima para iniciar la procesión de los Panes Benditos con la imagen de San Blas.

Al caer la noche, y como marca la tradición, mayordomos y clavarios protagonizaron el intercambio de insignias que aseguran y dan continuidad a una de las fiestas más antiguas de Yecla