Los agentes medioambientales de la Región están realizando durante las últimas semanas un inventariado completo y minucioso de todos los pozos existentes en el territorio regional.

Podrían ser miles los pozos distribuidos por todo el territorio, muchos de ellos documentados y cerrados, aunque otros muchos abiertos y sin medidas de seguridad que ponen en peligro la vida de cualquier ciudadano. La medida surge a raíz de la muerte de Julen en Totalán (Málaga).

El trabajo desarrollado consiste en el inventario y documentación de todos los pozos y en el sellado o balizado de los mismos. Los pozos varían en su diámetro y profundidad dependiendo del área territorial en el que se encuentren.

Del mismo modo que se localizan pozos para distintos usos, entre ellos principalmente para la extracción de aguas subterráneas o para la minería, dependiendo de la comarca en la que estén. Existen unidades activas y en uso, aunque también hay un número de importante de pozos abandonados y sin señalización.

Es por este motivo por el que la labor de su identificación y ubicación puede ser de gran valor en cualquier incidente y una gran medida de seguridad en todo el territorio, a pesar de que según explican desde este cuerpo de protección y vigilancia, el estudio que se realiza día a día en el ámbito de trabajo que desarrollan les lleva a conocer la ubicación de gran parte de estos pozos. En la zona del Campo de Cartagena existe un importante número de pozos destinados a la localización de agua, del mismo modo que en la zona de La Unión o Mazarrón éstos se centran en labores de extracción de minerales.

En la comarca del Río Mula, y principalmente en el área de Sierra Espuña, hay localizados y documentados cerca de un centenar de pozos. La actividad turística y deportiva en la sierra, unido a la dificultad de visión de estas oquedades por tratarse de una zona boscosa, obliga a la señalización y sellado de estos pozos, tarea que se está realizando de forma minuciosa y más sensiblemente en las zonas de fácil acceso.

En el caso de Sierra Espuña, que podría ser extrapolado a cualquier otra zona minera de la Región, ha resultado a lo largo de los últimos siglos un lugar rico en minerales que ha sido aprovechado, según se recoge en la reciente publicación 'Sierra Espuña. Naturaleza y Cultura', durante décadas, aunque la dificultad del transporte de los minerales puso fin a estos pozos mineros.

De todos estos vestigios del pasado quedan todavía pozos visibles a lo largo de la sierra, que, aunque en su día fueron generadores de riqueza, también suponen un peligro para las personas si no están correctamente señalizados.