El hombre encaramado desde las ocho y media de esta mañana sobre la pasarela Miguel Navarro de Lorca ha sido rescatado con vida del cauce del río, que está completamente seco, tras precipitarse desde los bajos del puente donde se había refugiado minutos antes.

Desde primera hora de la mañana el hombre se encontraba subido al puente, caminando por el arco del mismo. Tras las negociaciones con la Policía, había accedido a bajar, pero en el intento había sufrido un traspiés y había caído bajo el puente. Finalmente, sin hacer caso a los agentes, el hombre se ha lanzado al vacío desde la plataforma bajo el arco.

El hombre ha caído al río desde una altura aproximada de ocho metros, en cálculos de la Policía Nacional, y ha sufrido lesiones y fracturas en distintas partes de su cuerpo. Ha sido trasladado al Hospital Rafael Méndez de Lorca.

Efectivos de bomberos, sanitarios y policías lo han rescatado del cauce seco del Guadalentín instantes después de que cayera, y lo han introducido en una ambulancia que estaba ya preparada en previsión de que fuera necesaria la asistencia.

Esta intervención se ha originado a las 8,25 horas de este jueves a raíz de la llamada recibida por el 112 de un conductor que alertaba de la presencia de un hombre encaramado sobre el arco que sustenta la pasarela, y que deambulaba descalzo de un lado a otro de la estructura.

Unas dos horas después de que subiera al puente, el hombre ha sufrido un pequeño traspiés y ha caído bajo la pasarela peatonal, donde se ha refugiado, al parecer, ileso hasta que se ha precipitado al cauce del Guadalentín alrededor de las 11,25 horas.

Al operativo desplegado en la zona, compuesto por bomberos, agentes de las policías Nacional y Local, sanitarios del 061 y efectivos de Protección Civil, se han incorporado dos trabajadoras de Cáritas, organización que gestiona el piso en el que vive esta persona, natural de Conakry, capital de Guinea y que, al parecer, no habla español.

Un imán también se ha dirigido al lugar para tratar de colaborar en la asistencia.

La Policía Nacional acordonó la zona del entorno de la pasarela, que es peatonal, simula la curva de un barco, diseñó el ingeniero de caminos Javier Manterola, y que separa el centro de la ciudad del barrio de San Cristóbal.