El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, confesó ayer que el Gobierno regional «está preocupado por las zonas en despoblación y, por ello, buscamos la rentabilidad de las actividades en el entorno rural». Según datos del INE correspondientes al período 1996-2017, son cinco los municipios de la Región de Murcia en proceso de despoblación: Aledo, Moratalla, Ojós, Ricote y Ulea.

Además, existe riesgo de despoblación en zonas de montaña de Caravaca de la Cruz y pedanías altas de Lorca. Otras zonas con riesgo de despoblación afectan a los municipios de Abanilla, Albudeite, Campos del Río, Cehegín, Abarán, Bullas y Cieza. Por ello, Del Amor ha destacado la eficacia de las medidas del Programa de Desarrollo Rural (PDR) para fijar la población al territorio y frenar la despoblación de las zonas rurales. Entre estas acciones se encuentran el apoyo a las inversiones en explotaciones agrarias o la creación de empresas por jóvenes agricultores, los pagos compensatorios a aquellos agricultores que desarrollan su actividad en zonas desfavorecidas, de montaña o zonas con limitaciones naturales, así como el apoyo a los Grupos de Acción Local para desarrollar las Estrategias de Desarrollo Local Participativo, la modernización de explotaciones o el apoyo a los cultivos ecológicos.

Del Amor inauguró ayer la jornada 'El medio rural y su vertebración social y territorial', del CES para presentar el informe que aborda la situación socioeconómica del medio rural español, las infraestructuras y equipamientos sociales, el patrimonio ambiental, histórico y cultural, o las políticas públicas relacionadas con el desarrollo rural.

El consejero recordó que esta semana reclamó ante el Ministerio que, dentro del desarrollo de la nueva Política Agraria Común (PAC), se proteja a aquellos jóvenes que invierten en el mundo rural. «Tiene que existir una política activa de defensa de la actividad con medidas trasversales de la UE que permitan tener más alternativas y mejorar su rentabilidad», asevera.

Asimismo, resaltó la necesidad de que en las zonas con riesgo de despoblación, la PAC sea mucho más activa, ya que «es una herramienta económica que va a beneficiar en la recuperación de la actividad». Del Amor ha abogado por la necesidad de que los cultivos de secano consigan más rentabilidad, «que aquella persona a la que se incentiva para desarrollar una actividad en el secano, tenga políticas paralelas que le ayuden, como la eliminación de los impuestos al inicio de la actividad». En esta línea, defiende la pluriactividad al señalar que «hay que apoyar que los agricultores y ganaderos que reciban fondos de la PAC, tengan la posibilidad no solo de dedicarse a la agricultura, sino que puedan compaginar esta con otro servicio».