Lo hizo él, admitió. Y su pena de cárcel se computa por expulsión de España. El joven de 18 años que fue arrestado el pasado 15 de agosto en Beniel por realizar tocamientos a una menor de 15 años durante la fiesta de la espuma del municipio se declaró culpable de los hechos ayer en la Sala 2 de la Audiencia Provincial.

El condenado, que llevaba en prisión preventiva desde su arresto debido a su condición de indocumentado, reconoció ser autor de un delito de abuso sexual contra menores, recogido en el artículo 183-1 del Código Penal, y fue sentenciado a una pena de dos años de prisión, condonada por una expulsión a su país de origen con imposibilidad de retorno al territorio nacional durante un periodo de diez años.

Aunque debido a que no tiene papeles que acrediten su nacional, su país de origen (se cree que Marruecos) podría rechazarle.

Además se le impuso una orden de alejamiento de un mínimo de 500 metros de la víctima, incluido el instituto en el que estudia la joven, y la prohibición expresa de comunicarse con ella por el medio que fuere durante un periodo total de cinco años.

El abusador confeso y condenado, que contó en el juicio con la ayuda de un traductor, ya que no habla bien epañol, tan sólo preguntó cuanto tiempo más tendría que permanecer en prisión hasta ser expulsado a su país.

En el tribunal le respondieron que no se sabe cuándo, y que también dependerá de si este país lo acepta. Mientras tanto, permanecerá entre rejas en una cárcel de la Región, como hasta ahora.

Visto y sentenciado se adelantó el fallo, anteriormente mencionado. La sentencia es firme y contra la misma no cabe recurso, recordó el juez.