Una familia de la pedanía lorquina de La Campana, con un hijo de 3 años, ha tenido que abandonar su hogar en el que residen desde hace más de 10 años como consecuencia de los malos olores que genera la depuradora de vertidos fecales ubicada a escasos metros de su vivienda. La salida del hogar se produjo la víspera de la festividad de los Reyes Magos.

La familia se ha trasladado a vivir con unos parientes que residen en la pedanía de La Torrecilla hasta que no se resuelva el problema de forma definitiva. El cabeza de familia, Pedro Blázquez, asegura que «no pueden seguir viviendo junto a un reactor biológico». Se trata de una urbanización de 16 viviendas construidas por la empresa municipal Suelo y Vivienda de Lorca (Suvilor), ya desaparecida.

Blázquez afirma que llevan más de 10 años soportando los efectos de la instalación «con bombas que se ponen en marcha a cualquier hora, olores insoportables y un tanque que, por capricho del Ayuntamiento, se encuentra fuera del recinto de seguridad con lo cual, cualquier persona que pase por allí puede caer en su interior».Blázquez ha denunciado la situación en reiteradas ocasiones ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y ante el Consistorio.

Este vecinos destacan que «más que una depuradora, se trata de una fosa séptica en la que se acumulan los residuos procedentes de las viviendas» y afirma que especialmente, durante los días de calor «allí no hay quien viva». Dice asimismo que «estamos condenados a vivir junto a un reactor biológico y por eso nos hemos tenido que marchar», añadiendo que «a quien se le diga que cumple la normativa, le invito a que se la lleve cerca de su casa». Reconoce que «fui un ingenuo cuando me creí la publicidad tan buena que hacían de la urbanización» y recuerda que la Constitución Española habla del derecho de cualquier ciudadano a una vivienda digna y adecuada y «ésto no es una cosa ni la otra». Según este vecino «son 16 las familias que vierten sus aguas domésticas a un tanque» y reconoce que de las 16 viviendas, «me ha tocado la más bonita, la que se encuentra empotrada junto a la depuradora».

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Aguas y Patrimonio, Francisco García, explica que «dada la situación que se encontraron con la depuradora primitiva, se decidió construir una nueva que actualmente se encuentra en fase de pruebas, cuyas obras van a concluir con una nueva urbanización de la zona en la que se han invertido por parte del Ayuntamiento alrededor de 75.000 euros». Recuerda asimismo que «cada tres días se recogen las aguas».

Desde Podemos Lorca, su secretario general, Francisco Campos, lamenta que la familia cuyo domicilio es el más cercano a la depuradora, haya tenido que abandonar su hogar y exige al Consistorio «una solución definitiva». Mientras tanto hay convocada una concentración de apoyo a la familia, prevista para el próximo 27 de enero.