La celebración de las fiestas en Yecla ha acabado con un hecho repudiable que ha provocado la indignación de los vecinos de la localidad. El gran árbol de Navidad instalado por el Ayuntamiento hace unas semanas amaneció ayer tirado por los suelos.

Este año, y por primera vez, se había elegido el Parque de la Constitución como lugar idóneo, por su ubicuidad en el corazón del casco urbano, para albergar el atractivo navideño que todos los vecinos de Yecla han podido disfrutar, pero finalmente este disfrute ha terminado de la peor manera posible.

En la pasada madrugada de ayer, un grupo de personas pensó que era buena idea derribar el árbol navideño. Según apuntan las primeras investigaciones, y atendiendo al peso y tamaño de la estructura, debió de tratarse de un grupo compuesto por varias personas las que llevaron a cabo la gamberrada.

Según anunciaron desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Yecla, la empresa propietaria del árbol ha cursado la denuncia correspondiente debido al destrozo de la estructura. Por el momento no se han encontrado culpables, aunque la Policía Local se encuentra realizando las oportunas investigaciones para poner cara a los vándalos que vieron con buenos ojos derribar el símbolo navideño que alumbraba uno de los parques más céntricos de la ciudad.

El Ayuntamiento de Yecla dedicó el pasado año más de 100.000 euros en la reparación de los destrozos provocados por actos vandálicos. De hecho, en los presupuestos participativos, todavía abiertos a votación, se incluye un proyecto para reforzar y ampliar el número de cámaras de seguridad para la vigilancia en lugares estratégicos de la ciudad.

Un proyecto que, tan sólo seis días después de comenzar el nuevo año y a raíz del derrumbe del árbol de Navidad, puede que muy pronto se convierta en una realidad.