Será el próximo 11 de enero, a partir de las nueve y media de la mañana. Expertos del Instituto Criminalístico Forense de Murcia se desplazarán ese día a la vivienda de Las Torres de Cotillas donde el pasado Martes Santo eran hallados los cuerpos sin vida de una mujer y de su hijo.

Fueron asesinados, supuestamente, a manos de Iván G. P., desde entonces conocido como el presunto parricida de Las Torres. Iván fue arrestado el mismo día del doble crimen y horas después la titular del Juzgado de Instrucción Número Dos de Molina de Segura lo mandaba a prisión provisional. Allí sigue.

Los expertos que irán el próximo día 11 al domicilio de la calle Asturias lo hacen a petición de la acusación particular, de la que se encarga el abogado José Ángel Alfonso. En concreto, el letrado representa al hijo de 3 años de edad del Miguel Ángel García, alias 'El Bebé', el chico fallecido, y a una hermana de Antonia Parra, la mujer asesinada.

La primera vez que se solicitó el permiso para practicar esta prueba, fue denegado. El abogado recurrió y finalmente se ha autorizado. Será a primeros de año. La casa, la que fue la vivienda familiar, está ahora mismo vacía.

Quien fuera que cometió el doble crimen llevó el cadáver de la madre (de 56 años) al sofá y lo tapó con una manta. El del joven Miguel Ángel (de 23) también lo cubrió, pero solamenete medio cuerpo. Los investigadores trabajaron con la idea de que la mujer fue un daño colateral, pues seguramente salió al salón al escuchar los gritos de cómo mataban a su hijo pequeño. En la vivienda, los investigadores hallaron dos charcos de sangre.

Precisamente la sangre es clave a la hora de reconstruir en tres dimensiones este asesinato. Los expertos (aún no se sabe cuántos irán al domicilio) cuentan con productos que, al ser pulverizados en una superficie, revelan si allí hubo sangre. Tal y como explicaron expertos, la investigación de las manchas permite conocer datos relevantes, como las posiciones de la víctima y criminal y otros objetos. Además, se puede tener la secuencia de acontecimientos del crimen, así como el tipo de objeto usado en el asesinato (una pesa de gimnasio, en este doble crimen en concreto).

Por ejemplo, si se encuentran en la escena del crimen gotas alargadas hacia distintas direcciones, es indicio de que hubo una agresión con algún objeto contundente (que provoca una proyección de sangre hacia diferentes direcciones), como hubo en este doble asesinato.

Los crímenes se habrían cometido sobre las cinco de la mañana, hora a la que algunos vecinos afirman haber escuchado gritos procedentes de la casa. No fue hasta las siete cuando Iván G. P. daba la voz de alarma y se dirigía en coche, muy alterado, hasta el cuartel de la Benemérita. Llevaba las manos manchadas de sangre. Dijo que fue de encontrar los cuerpos.

El sospechoso aseguró que él no había matado a nadie. Que no estaba en la casa de la calle Asturias en el momento de los hechos. Según su testimonio, llegó por la mañana temprano y fue cuando encontró los cadáveres. Por eso se dirigió, muy nervioso, a dependencias policiales, para denunciar el crimen. Llegó allí con las manos ensangrentadas. Salió como testigo y acabó arrestado.