Más de medio centenar de personas, entre trabajadores del servicio de limpieza del hospital Rafael Méndez y de los servicios sanitarios del centro, se concentraron ayer en la puerta principal para exigir la readmisión de una trabajadora del servicio de limpieza que sufre cáncer de mama y que ha sido despedida después de 27 años de actividad laboral.

«Por la readmisión de nuestra compañera Ana y respeto a nuestras condiciones de trabajo». Ese es el texto firmado por el comité de la empresa STV Gestión SL, que figuraba en una pancarta que los concentrados sostenían en la puerta principal del hospital Rafael Méndez, aprovechando la hora del almuerzo. A la concentración se sumaron, no sólo los trabajadores de limpieza contratados por la citada empresa, sino también médicos, enfermeros y celadores.

Para la presidenta del comité de empresa, María Jesús Bento, el despido de la trabajadora «es totalmente injustificado». Piensa que ha sido por «represalias a sus reivindicaciones como delegada del comité de empresa» y afirma que, en el caso de que no se produzca el diálogo entre la empresa y los trabajadores «habrá huelga».

Huelga desde el 15 de enero

De no llegar a un acuerdo en los próximos días, los trabajadores, cuya plantilla es de unas 60 personas, han anunciado que irán a la huelga a partir del 15 de enero.

Dentro del conjunto de conflictos con la empresa, lo más importante, según Bento «es la readmisión de nuestra compañera». También recuerda que tuvo una larga enfermedad, que se incorporó después al trabajo aunque volvió a caer porque se fracturó unos dedos de la mano, lo que le impide cerrarla al 100% pero «el informe médico dice que está apta para trabajar con ciertas limitaciones porque no puede levantar más de 5 kilos de peso y no tener durante mucho tiempo la mano en alto, pero no le impide realizar sus tareas como ha venido haciendo a lo largo de los más de 20 años que lleva trabajando».

Por su parte, Ana José Romera, la afectada por el problema y presente en la concentración, dijo que sufre cáncer de mama, que ha pasado por un tribunal médico que ha certificado que está capacitada para trabajar, habiendo sido despedida por la empresa.

Romera señaló a esta Redacción que «cogí la baja y posteriormente alegaron que no estaba apta para trabajar, cuando el tribunal de la Seguridad Social que me vio, dice que lo estoy». En la carta de despido, según esta trabajadora,» no se corresponde lo que ponen con la realidad, pues me encuentro en perfectas condiciones para seguir trabajando, ya que relacionan con el trabajo enfermedades que no padezco». Esta Redacción se puso ayer en contacto con la empresa para conocer su versión sin obtener respuesta.