La perrera municipal de Cieza, situada en Ascoy, cerró sus puertas en el año 2015. Desde entonces, numerosos colectivos, que incluso tuvieron que trasladar a sus animales a la vecina localidad de Abarán, han venido reivindicando unas nuevas instalaciones. Ahora, gracias a los presupuestos participativos, el Ayuntamiento de Cieza va a invertir 75.000 euros para la conclusión de las nuevas instalaciones, cuyas obras permanecen paralizadas por la falta de presupuesto.

En la actualidad son varios los colectivos ciezanos que trabajan para procurar el bienestar de los perros. La coordinadora de la protectora Pupec, María José López, se ha congratulado por esta iniciativa por la que, según señala, «hemos venido luchando durante los últimos años».

La concejala de Participación Ciudadana, Nerea Martínez, de IU, presentaba los proyectos a los que, definitivamente, se destinarán los presupuestos participativos 2019 y tras unas votaciones en las que han intervenido unas 300 personas. Las mismas han servido para dirimir el destino de 150.000 euros en inversiones y 15.000 en varias actividades de ámbitos muy diversos.

Según la concejala, el proceso, que ha visto incrementada la participación respecto al año anterior, cuenta como principal novedad, además de las presenciales, con las votaciones telemáticas a través de una página web habilitada para tal fin en Internet.

La responsable municipal recordó que las diferentes fases de estos presupuestos participativos se iniciaban con la presentación de propuestas entre el 15 y 28 de octubre, para pasar posteriormente al periodo de evaluación de proyectos y alegaciones a los informes del 29 de octubre al 26 de noviembre y, finalmente, la votación de propuestas online del 1 al 9 de diciembre y la presencial entre el 3 y 5 de este mismo mes, concluyendo con la definitiva publicación de resultados a partir del 10 diciembre.

Nerea Martínez agradeció la colaboración ciudadana en esta segunda edición de presupuestos participativos e insistió en valorar esta dinámica de funcionamiento económico como «un encomiable modelo democrático que permite administrar directamente a los propios contribuyentes el dinero que aportan ellos mismos a las arcas municipales mediante sus impuestos, haciendo realmente efectiva la intervención de los vecinos y vecinas en los asuntos relativos a la administración de la ciudad».