Los niños que residen en la zona centro de la ciudad de Jumilla llevan dos meses sin poder utilizar los juegos infantiles del jardín del Rey Don Pedro por la existencia de un pino centenario de más de veinte metros de altura que se encuentra situado en el interior del recinto y que el Consistorio ha decidido proteger.

Para evitar la posible caída de ramas y el riesgo para los menores en días de mucho viento, el Ayuntamiento ha cerrado la zona de juegos y estudia el cambio de ubicación de este parque infantil según explicó en la última sesión plenaria el concejal de Parques y Jardines, Francisco González, a una pregunta de la portavoz del PP, Alicia Abellán Martínez.

A finales de septiembre fueron colocadas unas vallas metálicas impidiendo el acceso de los niños a los juegos infantiles situados junto a la estatua de Roque Martínez. Desde entonces permanece cerrado el parque infantil a la espera de su nuevo destino, que podría ser otra zona del jardín o bien en el paseo poeta Lorenzo Guardiola. La Concejalía puso en marcha los trabajos para la conservación de un pino carrasco centenario, de unos veinte metros de altura, tras detectarse una grieta en su horquilla principal a unos catorce metros de altura. En su día fue instalado un cableado estático para evitar el movimiento y como refuerzo del que fue colocado hace cuatro años. Asimismo, se realizó una poda de reducción de la superficie foliar para disminuir la carga del ejemplar de pino carrasco.

Al objeto de garantizar la seguridad de los niños y sus familiares, así como los viandantes que transitan por la zona el Ayuntamiento ha decidido su cierre a la espera de buscar un nuevo destino para los juegos infantiles.

Por otra parte, el pasado 24 de marzo un pino mediterráneo de quince toneladas de peso fue derribado por el viento en el jardín del Caracol, junto al monumento del torero Emilio Ortuño Duplaix 'Jumillano', causando daños materiales en 4 vehículos estacionados en la vía pública. Los vecinos de la zona se llevaron un gran susto aunque afortunadamente no hubo que lamentar daños personales. Ahora se quiere evitar problemas.