Cuando en los primeros compases de 1991 LA OPINIÓN me poropuso ser colaborador de deportes en Lorca era impensable que veintisiete años después pudiera seguir contando cosas plasmadas en papel relacionadas con gente que se viste de corto o chándal. Digo bien, en papel, ese que lo aguanta todo y que para desgracia de algunos, para fortuna de otros, no se borra.

Un domingo de febrero del citado año me desplacé hasta la vecina localidad de Pulpí para debutar con una crónica futbolera del partido San Miguel-Lorca Deportiva. Ahí empezó todo. Antes, había escrito en Diario16 y Hoja del Lunes. Trabajaba en Radio Popular, después Cope, donde sigo e intervenía en un programa deportivo en el Vídeo Comunitario, despues Telelorca. Pero la prensa escrita es otra cosa. Me jacto de ser un friqui. Desde 1991 he logrado tener archivado, clasificado, por meses y años, todo lo que LA OPINIÓN me ha publicado. Y reconozco que es uno de mis grandes placeres visionar esos archivadores, página a página, desde el primer día. Cuando lo hago, siempre llego a la misma conclusión: es una colección de momentos cuyo privilegio ha sido y es poder vivirlos, mostrarlos y contarlos. La mayoría perduran en mi memoria y me sorprendo.

Jamás se me olvidará cuando una noche de mayo agentes de la Guardia Civil cachearon al medio centenar de personas que estábamos en la grada del Mundial-82. Se les había extraviado el arma reglamentaria; luego, apareció en el coche oficial, el Nissan Patrol. Cuando el fallecido alcalde Miguel Navarro y el concejal de Deportes más longevo en el cargo, Antonio Vidal, lograron que el campo de San José fuera municipal tras haberse apoderado de él Moreno Manzaneque. No falta el nacimiento y defunción de los muchos 'Lorcas'. La llegada de Santos Márquez como Mister Marshall. La peculiar forma de presidir de Antonio Baños, rodeado de constructores, a punto estuvo de ascender a Primera con Emery en el banquillo, ahora en el Arsenal. O la de Manuel Muñoz Carrillo, decidido a llenar el Artés Carrasco de bares. Éste denunció que habían secuestrado a un jugador, Alasán, y resultó que se había marchado porque no cobraba. O la visita del Barcelona para la inuguración del estadio de fútbol lorquino, allá en 2003, o la del Atlético de Madrid en la Copa del Rey. La consecución de los 8000 puntos de Antonio Peñalver en el Polideportivo La Torrecilla, lo que le permitió competir en Barcelona92.

El nacimiento de la Gala del Deporte Lorquino (ya van veinticinco ediciones); el del un equipo de fútbol femenino, Lorca Féminas; el fallido Proyecto 2000 de balonmano apoyado por Juan de Dios Román y Talan Djustebaev; los Juegos del Guadalentín, que han cumplido cuarenta años; la victoria de la tenista Ana Alcázar en la Orange Bowl; el triunfo de un cadete, Alejandro Valverde; la detención y cárcel de Xavi Moro y Xavi Sánchez; el Torneo Internacional de AjedrezNarciso Yepes, que solo tuvo unos años de esplendor; la llegada de un chino, Xu Genbao, quien compró La Hoya Lorca por un millón de euros; el ascenso al fútbol profesional por tercera vez en la historia futbolera lorquina, esta de la mano de David Vidal... Voy saltando por distintas épocas, simplemente recordando momentos coleccionados y celosamente guardados en los plásticos protectores, en las anillas de los archivadores, que tienen tanto sabor, color y olor de casi tres décadas de información deportiva por un humilde colaborador de pueblo, del Barrio San Cristobal.

Los jefes de Deportes del periódico siempre me dieron libertad para seguir ejerciendo una tarea que engancha, la información deportiva. Gracias a ellos y a todos los compañeros que han pasado por la Redacción de Deportes.