Comenzó en el año 2016 y ya han alcanzado los 42.000 menús destinados a las personas más desfavorecidas de Cieza. Son casi 80 comidas diarias con un servicio de comedor que funciona de lunes a viernes, aunque también hay quien prefiere llevarse su ración a casa. Los fines de semana se aprovechan para repartir alimentos no perecederos, como arroz, conservas y hasta comida enlatada para que nadie pase necesidad.

Hablamos de la Asociación 'Piedras Vivas' de Cieza que subsiste gracias a la ayuda de diferentes empresas privadas y que no cuenta apenas con aportaciones municipales y regionales.

Sus responsables tienen nombres y apellidos y están tutelados por el sacerdote Mariano Caballero, presidente del colectivo. Explica que cuando comenzaron hace tres años, durante su primer mes de existencia entregaron casi 450 comidas.

Ahora, y eso que se supone que la crisis empieza a remontar, las comidas que reparten cada 30 días alcanzan las 2.400. Y si la cifra global la subdividimos por años, encontramos una clara línea ascendente: 8.298 en 2016, 14.578 en 2017 y 18.850 en los 11 meses de este 2018, según detalla el párroco en un informe publicado en la página web del Ayuntamiento de Cieza.

El comedor social, situado en la ciezana calle Mesones, junto al Monasterio de las Monjas Clarisas, cuenta con un apoyo humano increíble de unas 50 personas, la mayoría cocineros y cocineras que se van turnando durante todo el mes. A cada uno le toca dos veces cada treinta días en un horario que va de las 11 de la mañana a las cuatro de la tarde. Además, hay otra media docena de voluntarios que se encargan del almacén donde se encuentran depositados los alimentos. Existe también un servicio de reparto desde la una y media a las dos y media del mediodía.

Se le da comida a transeúntes, inmigrantes y a parados de larga duración que no llegan a fin de mes. Pero tampoco se excluyen a personas que viven solas o excluidas socialmente, independientemente de sus ingresos económicos.

Una de las premisas a la hora de cocinar es que los voluntarios tienen que adaptarse a las existencias provenientes de las donaciones. Aun así, la dieta es típicamente mediterránea con las comidas más típicas de Cieza. Potaje, gazpacho manchego, estofado y arroces en sus distintas variedades forman parte de un menú que también incluye el postre y el pan.

Mari Ángeles Ruiz, secretaria de 'Piedras Vivas', ha querido recalcar que no es imprescindible estar empadronado en Cieza para poder acceder a una comida, aunque destaca que prácticamente todas las personas a las que se atiende son del municipio.

Pero no es el comedor social el único proyecto en el que se ha involucrado la Asociación Piedras Vivas. Desde hace unos meses se han embarcado para ayudar a las personas que están ingresadas en el Hospital de la Vega Lorenzo Guirao gracias a un acuerdo al que ha llegado con la gerencia del Área IX del SMS.

Se basa en hacer compañía a los enfermos que están solos o dar un respiro a los familiares de éstos para que puedan salir durante un tiempo para comer, ducharse o simplemente tomarse un café.

Es una acción más de solidaridad que demuestra el buen hacer de estos altruistas voluntarios que no cuentan con ninguna ayuda estatal.