Ciudadanos presentó en Ojós un programa de 250 medidas de reactivación del mundo rural para frenar la despoblación. La formación propone beneficios fiscales en vivienda y natalidad, mujeres y jóvenes para fijar al territorio a la 'generación soporte' y evitar la despoblación. Presentado en el municipio de la Región de menor población y que más porcentaje ha perdido en los últimos años, «nuestro programa se basa en crear oportunidades y valor fijar y atraer a todos aquellos que decidan desarrollar su vida en nuestro medio rural», señaló el diputado Miguel Garaulet, quien consideró que «la despoblación puede revertirse a través de una política de cohesión territorial firme, el fortalecimiento de la polaridad y, sobre todo, de una gobernanza de calidad».

Garaulet fue el ponente final en un debate en el que también estuvieron el presidente de Fecoam, Santiago Martínez y el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia Francisco Carreño; mientras que el portavoz naranja en Ojós, Alberto Sánchez, actuó como moderador tras lamentar «ver en los últimos diez años muchos amigos se van del pueblo por la falta de oportunidades, servicios e infraestructuras».

El diputado naranja aseguró que la formación ya trabaja en establecer «un marco normativo y estratégico nacional, autonómico y local que nos permita guiar, mejorar y regenerar la gobernanza territorial aplicando una mayor descentralización y desconcentración de la toma de decisiones y la prestación de los servicios». «Hay que establecer beneficios fiscales, tanto en vivienda como en natalidad, y apostar por las mujeres y los jóvenes, para proteger y estimular a la generación soporte -la que va de los 30 a los 49 años- de nuestro mundo rural», finalizó Garaulet. Otras medidas serían impulsar la cooperación en la planificación e inversión territorial a través de un sistema transparente, abierto y flexible; o establecer instrumentos financieros europeos específicos para revertir la despoblación y revitalizar nuestro rural.

«No podemos seguir consintiendo que los jóvenes huyan del mundo rural por la falta de oportunidades laborales, por el insuficiente acceso a servicios básicos como educación, sanidad o prestaciones sociales. Tampoco podemos permitir la ausencia de servicios de proximidad en estos núcleos , como telecomunicaciones, servicios bancarios o de ocio», concluyó Garaulet.