Los propietarios de las antiguas instalaciones de La Quinta en el barrio de San José, cuyos vecinos llevan tiempo exigiendo el adecentamiento, cuidado y conservación de los inmuebles, se han comprometido a ejecutar los trabajos que son necesarios para acabar con la situación de abandono, según anunció ayer la portavoz del equipo de Gobierno, Fátima Mínguez.

Los técnicos municipales, según la edil, «serán los encargados de supervisar la operación». Los trabajos consistirán en el tapiado de los huecos existentes y el vallado perimetral de toda la superficie.

Por parte de los técnicos se comprobará que las medidas planteadas por los propietarios respondan a las necesidades que presenta el inmueble, con el objetivo de que la solución resulte eficaz. Urbanismo, según Mínguez, «viene trabajando en este asunto desde hace tiempo».