La seguridad ciudadana es un asunto que en la urbanizaciones de Molina de Segura tiene preocupada a la población. Vecinos de La Alcayna, Altorreal, El Chorrico, Los Olivos, Los Conejos y Montepríncipe se reunieron en el colegio Los Olivos para celebrar una asamblea en la que tratar los problemas que día tras día se encuentran en estas zonas, desde robos hasta problemas de seguridad vial o de medio ambiente.

Los concejales de Seguridad Ciudadana, Fernando Miñana, Participación Ciudadana, Pedro Jesús Martínez, y de Urbanizaciones y Movilidad, Antonio López, se sometieron a las preguntas de los habitantes de las urbanizaciones. Martínez comenzó abriendo el debate asegurando que en Molina existe un nivel de delincuencia «inferior a los que se registran en otras localidades, pero aún así hay que actuar ante los que hay» y aseguró que, «de los delitos que se producen por robos en casa, los delincuentes no son inmigrantes y no viven en el municipio, aunque puede ser que sean bandas organizadas, como las del Este, que vienen con las ideas claras y saben cómo actuar». Asimismo hizo un llamamiento a los vecinos para que sean una pieza clave a la hora de detener a posibles ladrones, y alentó a los presentes a que si veían algo raro en alguna vivienda, inmediatamente lo comunicaran a la Policía.

Miñana, por su parte, anunció a los vecinos que se espera que próximamente el cuartel de La Alcayna se vea reforzado con más agentes y con más vehículos de Policía local, «por lo que patrullarán con más frecuencia por las urbanizaciones», así como el uso de la unidad canina para dar con posibles delincuentes o personas desaparecidas.

Los vecinos comenzaron a tomar la palabra y fueron reclamando a los distintos concejales sus respectivas demandas para encontrar soluciones. Luis, un vecino de El Chorrico, lamentó que hace unos días frente a su casa se produjo un robo en una vivienda y en 10 minutos lo dejaron todo destrozado, y que en estos momentos no veía a coches patrullando la zona, como sí los veía hace unos años.

Por otro lado, Pedro, de La Alcayna, solicitaba más iluminación eléctrica para zonas concretas, como la calle Doñana, donde varios vecinos se unieron a su reclamación indicando que «es una zona perfecta para que los ladrones escapen, ya que no hay luces y casi todo es campo», así como en la calle del propio colegio de Los Olivos, que cuando cae la tarde se encuentra totalmente a oscuras.

Destrozos en Halloween

Los concejales tomaron nota de todas las propuestas y aseguraron que en unos meses se instalarán más farolas en distintos puntos 'calientes' del vandalismo, como la Rambla de las Monjas, donde los vecinos denunciaron que está sucia y poco iluminada, lo que lo hace una escapatoria ideal para los ladrones. Aparte de la seguridad ciudadana y la prevención de robos, también quisieron poner en conocimiento de los concejales «la quema descontrolada de residuos a cualquier hora del día, lo que provoca que haya que cerrar las ventanas para evitar la polución y contaminación», y el abandono de las parcelas y terrenos de algunos habitantes, lo que hace que, según algunos vecinos, haya una plaga de mosquitos, ratas y que se corra el riesgo de que se prenda fuego tanto a ese terreno como a las casas cercanas por la maleza presente.

En Los Olivos se quejaron de que la noche de Halloween el parque quedó totalmente destrozado después de que decenas de personas hiciesen botellón y dejaran tirados los restos de basura. También otros participantes reclamaron un mayor control en seguridad vial.